Es más, no tienen ni maestros, por esa razón, se armaron de valor y se atrevieron a protestar por dicha situación. Tal parece que dichas escuelas sólo fueron una promesa de campaña más, ya que no han recibido ni infraestructura digna ni recursos para su funcionamiento adecuado.
Que no se nos olvide que estas escuelas fueron creadas supuestamente para atender a quienes no tenían acceso a estudios superiores. Y su resultado está siendo peor para los propios estudiantes: más que una educación, están recibiendo una simulación.