Al final la víctima se cansó de los abusos y se decidió a denunciar a la entrenadora de 31 años, quien, de acuerdo con informe de las autoridades, le rogó que no la denunciara. La fiscal del caso, Lindsay Sheehan declaró: Además de lo que nos dice la niña, tenemos grabaciones entre la señora Rison y la menor en las que la culpable le hace múltiples preguntas que fungen como declaraciones incriminatorias. También le ruega a la alumna para que no la denuncie ante las autoridades».
La entrenadora Rison se encuentra en libertad después de pagar una fianza de 10 mil dólares, rastreada por un brazalete de GPS, esperando el juicio en su contra. Se espera para ella una sentencia de al menos 5 años de prisión.