Después de dar a conocer el crimen la policía tailandesa reveló que entre todas las víctimas del salón a donde se dirigió el asesinó, sólo una niña de tres años había resultado ilesa; la menor fue identificada como Emmy. Al parecer la niña se había quedado dormida mientras el asesino llevaba a cabo el crimen.
El abuelo de Emmy dijo algunas palabras ante los medios de comunicación respecto a lo sucedido con su nieta en el salón del jardín de niños, en donde señaló que la menor se despertó sin saber lo que había ocurrido: «Ella pensó que sus amigos todavía estaban dormidos. Un oficial de policía le tapó la cara con un paño y se la llevó lejos de la sangre», contó el abuelo.