La soberbia y el cinismo de los integrantes del grupo en el poder han quedado en plena desnudez gracias las fuertes revelaciones que han hecho un grupo de hackers autollamados Guacamaya. El ataque a la ciberseguridad de la Secretaría de la Defensa (Sedena), reveló y confirmó que el Ejecutivo federal ha mentido regularmente a los mexicanos. Entre los informes hackeado se puede ver que, aunque el Estado mayor supuestamente desapareció, los militares hacen funciones de escolta y vigilancia a los familiares del presidente.
Además, hay indicios muy precisos de que varios gobernadores de la 4T tienen o mantiene relaciones con miembros de los 81 grupos relacionados con el narcotráfico y el secuestro. Por ejemplo, no es poca cosa el señalamiento que se hace sobre que en Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García abrió la puerta del estado al Cártel del Sureste.
Lo cierto es que, este hackeo abre una puerta de esperanza para millones de mexicanos que buscan que la democracia tenga un piso parejo, además de que conozcan cómo se la gastan la exquisita estirpe que rodea y adula a un presidente, que en lugar de gobernar, se dedica a preparar de lleno y de manera anticipada su sucesión para el 2024.
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