Por supuesto que a estas alturas cualquier persona inteligente le pensaría dos veces antes de ir a manifestarse por la masacre del 2 de octubre. Ese tipo de marchas han dejado de tener sentido. Y no porque no se deba pedir justicia por los muertos de la matanza de Tlatelolco, sino porque las marchas se las apropiaron pseudo activistas que sólo buscan la estridencia, el vandalismo y la exhibición. Por ello, bien ganado el repudio que se llevó la politóloga Denise Dresser por andar de metiche en esa marcha. Sin embargo, ahora se sabe que entre los que confrontaron a la también periodista, y hasta la corrieron de la marcha, estuvieron los chairos de López Obrador.
Denise Dresser ha sido, como varios periodistas, señalada por López Obrador desde sus conferencias mañaneras. Para el movimiento de la 4T la periodista es enemiga del pueblo, conservadora, fifí, aspiracionista y tantos calificativos más que el presidente de México utiliza para denigrar a los que no piensan como él. Aarón Pineda presumió en sus redes sociales que él fue uno de los que sacó a la señora Dresser de la marcha, que por oportunista.
Pero, ¿quiénes fueron los oportunistas? Pues los chairos de Morena que se infiltraron en la marcha para repudiar el papel del Ejército en la matanza de Tlatelolco, pero por otro lado aplauden la militarización de país, según su mesías López Obrador. Ahí está en muchacho pendejo presumiendo su hazaña por un lado y por otro lado con los libros de los “Documentos básicos de Morena”.
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