Como dijera el finado Juanga, “pero que necesidad, para que tanto problema”. Y es que, no había ninguna necesidad de mentir o de ocultar la información sobre la salud del presidente. Es hasta ahora, ocho meses después, que el némesis del presidente López Obrador, Carlos Loret de Mola, exhibiera los documentos jaqueados por un grupo llamado Guacamaya, donde se muestra que el presidente López Obrador en realidad se encontraba en un estado de salud grave.
Hoy el ejecutivo federal reconoce que su estado de salud no es el mejor, algo que la sociedad mexicana ya sospechaba y que no había ninguna necesidad de ocultarlo, sobre todo porque el asunto cobra importancia al considerarlo asunto de seguridad nacional.
Y es que, de acuerdo con la información difundida por Carlos Loret de Mola vía Latinus, el Gobierno Federal habría omitido dar cuenta de hospitalizaciones de emergencia y tratamientos médicos del presidente para padecimientos como hipotiroidismo, gota y angina inestable de riesgo alto. De modo que, el gobierno del presidente López Obrador tendrá que ser más transparente y comenzar a ser más honestos con la información que merece tener el pueblo.
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