Quiere hacer creer el presidente que la presentación de este tipo de grupos es un beneficio de la Cuarta Transformación: «Vi el concierto, me asomé por la ventana; cuánta gente, cuántos jóvenes, 250, 280 mil, y en santa paz, eso sí, algunos desmayados porque llegaron algunos desde la mañana y no se movieron para no perder lugar, pero eran ríos de gentes, me da mucho gusto eso, mucho gusto».
Mientras el circo ocurre en el país siguen las ejecuciones, la pobreza no disminuye y la inflación está a punto de alcanzar el 9 por ciento, lo que sería otro reto histórico. Ah, pero mientras los ciudadanos comunes tengan pan y circo, ¿quién reclama? La fórmula, como ven, sigue funcionando.