Cabe destacar que entre las primeras filas de la Arena Saitima se encontraba el filipino Manny Pacquiao, observando la pelea entre su discípulo y su excontrincante Mayweather. Fue un fuerte golpe en el ojo de Mikuro lo que hizo que cayera noqueado en el cuadrilátero. Después de la pelea en distintos medios de comunicación señalaron que la pedantería del excampeón del mundo sigue siendo la misma, pues vaticinó que derribaría al aprendiz de Manny en el tercer round. Con la excesiva soberbia que le caracteriza dijo que dejaría que su rival llegara al tercer round únicamente porque debía de haber espectáculo.
“Pienso que la última vez que vine aquí fue tan rápido que nadie tuvo tiempo para disfrutar. Me aseguraré de llegar hasta tres asaltos, a menos que quieran que lo haga más rápido”, comunicó. El hecho de que Mayweather se llevara el triunfo ante el aprendiz del filipino, no fue del agrado de muchos de los organizadores, pues al finalizar la pelea, la persona encargada de darle un distintivo obsequio al ganador, lo hizo de mala gana; en lugar de dárselo en las manos, lo lanzó de manera poco profesional. Mani Paquiao y su discípulo Mikuro Asakura, no se quedarán con la derrota; señalaron que habrá otro enfrentamiento en un futuro.