Manuel Espino, no hay nada peor que un sirviente que cambia de amo. Defiende el expanista a López Obrador y a la Sheinbaum

Manuel Espino no fue cualquier panista, fue dirigente nacional del Partido Acción Nacional en los tiempos de Vicente Fox. Manuel Espino ayudó a que Felipe Calderón se quedara con la presidencia espuria; fue parte del fraude de 2006. Pero Espino no recibió lo que pensó merecía, fue por ello que apenas Morena remontó como partido político, Manuel Espino acudió a que López Obrador le impusiera las manos sobre la testa y el mapache electoral en cosa de segundos pasó a ser un militante honesto de Morena. Ahora le toca a Espino agradecer a su “san Juan Bautista” el favor de haberlo limpiado de sus pecados. No encontró mejor manera que la abyección. En uno de sus muchos dislates, Fox escribió en Twitter: «Saben a veces me arrepiento de haberlo liberado del ‘desafuero’».

Por supuesto se refiere a López Obrador. Espino, para demostrar su calidad de lacayo se fue contra Vicente Fox: «No te quedó de otra, tú insistías en el desafuero, yo te dije que en ese propósito el PAN no te seguiría porque era una fobia personal. Yo saqué al partido y a su bancada de diputados federales de esa absurda intentona. No dependía de ti la decisión». Pero eso no bastó, para refrendar su abyección también se puso a defender a Claudia Sheinbaum. Sobre la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Felipe Calderón anotó: «Es pésima candidata. No entusiasma ni a sus huestes. Debe cuentas por la línea 12. Eso sí, miente cómo respira y busca culpar al pasado de lo que no sabe resolver. En eso sí se parece a su jefe».

El lacayo Espino la defendió: «Hablas como si estuvieras ebrio a grado de mala copa, envenenando a tu alrededor. Por qué no respetas a los demás? Por cierto, te recuerdo que tú fuiste un pésimo candidato, te hicimos ganar a pesar de ti y de tus truculencias. Recuerdas eso?». Vaya con estos sirvientes que defienden como perros a sus nuevos amos.