*Rocío Nahle iría contra el “tapa de tinaco” y “Gutierritos”
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE FALTA un año para que se defina quienes serán los candidatos de los partidos políticos o coaliciones electorales para la Gubernatura del Estado en el 2024, no hay mesa de restaurante o café con “grillos” y periodistas departiendo donde no salga el tema de la sucesión, algunos tan atrevidos que, incluso, le ven más espolones a Manuel Huerta Ladrón de Guevara para representar a MoReNa por aquello del manejo de los programas sociales en el Estado (que muchas personas ven como un regalo del robusto funcionario) o, incluso, otros que observan a Sergio Gutiérrez Luna “gutierritos” trepado en la postulación, aunque no faltan quienes lo ubican más como probable abanderado de una alianza Partido Verde Ecologista y PT como ocurrió con él, ahora, Gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, quien tras permanecer preso de Enero a Diciembre de 2015 hasta que un juez Federal le otorgó un amparo por considerar que el Ministerio Público Federal, no logró acreditar las acusaciones por delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero por un monto mayor a 700 millones de pesos, presuntamente, cometidos por él y su padre como servidores públicos, siendo liberado el 10 de Diciembre de ese año, registrando su candidatura a la gubernatura de aquel Estado por la coalición Juntos Haremos Historia compuesta por el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo (menos MoReNa que no quiso arriesgarse) por la cual resultó electo con el 37 por ciento de los votos, y ahora se ha vuelto tan “justiciero” que propuso la pena de muerte contra los asesinos y castración a violadores, olvidando acaso que esa sentencia capital fue derogada en el 2005 con una reforma impresa en el artículo 22 constitucional, y que la última ejecución civil se llevó a cabo en 1937, y la militar en 1961, y para 1975 todos los Estados de la República habían abolido la pena de muerte aun cuando a nivel federal seguía existiendo.
PERO VOLVIENDO al tema, en la futura sucesión muchos se preguntan si José Francisco Yunes Zorrilla seguirá en el PRI o será abanderado por el Movimiento Ciudadano que encabeza Dante Alfonso Delgado Rannauro, y muchos pugnan que asi sea tras la traición de Alejandro Moreno Cárdenas a la Coalición Va por México, ya que lo prefieren a Héctor Yunes Landa que es un cercano al Senador alvaradeño y cordobés por derecho propio. Y es que la felonía de Alito rompió con muchas expectativas, pues muchos suponen que la alianza ya no podrá darse salvo que Moreno Cárdenas renuncie a la dirigencia nacional priista y permita que otros (menos enlodados) se ocupen de pactar con responsabilidad acuerdos que él no valoró. Por ello la inclinación es a favor de que Miguel Ángel Osorio Chong asuma la Presidencia interina del PRI y nombre un comité no cercano al campechano.
DE NO suceder asi no habrá alianzas de partidos de oposición, y solo PAN-PRD irían de la mano con la esperanza de que se les sume Movimiento Ciudadano que solo no gana aunque llevara a Dante Delgado como candidato o, incluso a Pepe Yunes, y eso lo saben ambos. El PAN es otro tema: dividido por los grupos que siguen a Julen Rementería y a Miguel Ángel Yunes Linares, Acción Nacional está contra la pared, pues aun cuando el abanderado fuera el senador Rementeria, primero tendría que negociar con los Yunes para ir juntos por la gubernatura, ya que estos se han empecinado en lanzar la postulación de la alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, esposa de Miguel Ángel Yunes Márquez que de antemano se encuentra vetado por aquella desafortunada frase en la que llamo “viejo guango” al ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, algo que el tabasqueño no perdonará, y lo ha demostrado al ordenar procesos contra el perredista Rogelio Franco Castán y el ex Fiscal del Estado, Jorge Winckler Ortiz, y una investigación abierta contra el líder de esa clan que de plano se ausentó del escenario local, abandonando a correligionarios a su suerte pero acaso salvando con ello el pellejo.
EN MORENA podría suponerse que las cosas ya estarían definidas a favor de la futura postulación de la actual Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, aunque con el auto destape de la “tapa de tinaco” (ya que por su complexión no se le podría llamar Corcholata), Manuel Huerta, lo más seguro es que se compliquen las cosas, salvo que al delegado de programa Federales le den la candidatura al Senado de la República o una diputación Federal plurinominal. Ahora que si Nahle no crece, lo más seguro es que se llame a Ricardo Ahued Bardahuil, como siempre ha sucedido, para que refrende el triunfo en el Estado, ya que la parcela veracruzana AMLO no estaría dispuestos a perderla por todo lo que significa Veracruz pero, primordialmente, porque de aquí ha surgido el financiamiento para muchos programas sociales y obras faraónicas de AMLO. Una escarbadita, dicen lo que saben, y Cuitláhuac (junto con los cuitlacoches más cercamos) terminaría en prisión.
INSISTIMOS, NO son puntos de vista personales, pero si versiones surgidas al calor de cafés, vinitos tintos o departiendo alimentos, y cada cual trae sus conjeturas en torno a un Estado donde pareciera que les urge que ya se fueran los que están, luego de que Alito descompuso los escenarios para una oposición que pudo haber dado la batalla a quien fuera, pero los intereses de Moreno Cárdenas echaron todo por la borda, y como no, si se comenta que iban por la mamá y la piel duele. Habrá que ver qué pasa en el Senado con la iniciativa para ampliar la permanencia del Ejército en las calles hasta el 2028 y no hasta 2024 como se había establecido. Si lo logra Morena con el apoyo de priistas como sucedió en la cámara baja, adiós alianza o coalición y el pueblo se tendrá que resignar a seguir siendo gobernados por los retardatarios morenos, aunque si los tricolores muestran fortaleza y junto con el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano paran la militarización, lo más seguro es que avance Va por México, aunque solo sea para evitar que el partido en el poder se sirva con la cuchara grande en ambas cámaras del Congreso de la Unión, estableciéndose un verdadero contrapeso.
SIN DUDA, aún es temprano para aventurar, pero la traición de Alito desmoralizó a muchos que estaban esperanzados en una coalición de oposición fortalecida, pues como bien señala el sabio refrán: del plato a la boca se cae la sopa, el cual indica que incluso la más fundada esperanza de lograr algo pronto puede quedar destruida en un instante por razones inesperadas, por lo que algo no es seguro hasta que no se tiene. Así las cosas. OPINA [email protected]
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