Como no es de su familia, para el secretario de Seguridad Pública de Veracruz la muerte de una maestra y la lesión por bala a un niño de 7 años es poca cosa. Hugo Gutiérrez Maldonado no está preocupado por la seguridad de los veracruzanos, sino por la imagen del gobierno de Cuitláhuac García. Oiga usted cómo rebuzna el secretario: «Ayer salieron los resultados y nos encontramos en homicidio doloso en el lugar número 18 y los lugares que están más adelante son estados mucho más chicos que Veracruz. No por un hecho de un día, vamos a calificar toda la administración, lo que sí es que son hechos muy tristes porque en los dos casos en uno hay un menor fallecido y en otro un menor lesionado».
Es decir, en lugar de lamentar el crimen, en lugar de darse cuenta de la dimensión del crimen, prefiere excusar al gobierno para el que trabaja. Y es que la tragedia de ayer tiene un matiz más que preocupante. A ver señor Hugo Gutiérrez Maldonado, estamos hablando del crimen en contra de una mujer de 56 años de edad, que iba a trabajar a la escuela primaria de la que era subdirectora, acompañada de su nieto de 7 años.
A los delincuentes no les importó disparar estando el niño presente, no les importó cometer el crimen frente a la escuela primaria donde trabajaba. Esto no sólo habla de la descomposición social, sino de la temeridad de unos delincuentes que se sienten inalcanzables ante la ineficacia de sus policías y de la procuración de justicia. Murió una maestra que iba a trabajar como lo hacemos miles de personas en Xalapa. Nos queda claro que la seguridad que su dependencia ofrece es completamente nula.
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