Primero fue el portaplumas, después la pluma que al parecer mancho su “mano real” y eso debe ser como una tragedia para él. Enfrente de Camila, la reina consorte, Carlos se quejó de esos adminículos del siglo XIX. «¡No puedo soportar esta maldita cosa!», decía el rey mientras con su pañuelo real se limpiaba la real mano.
Por cierto, la reina consorte, que firmó el mismo documento no tuvo ningún problema con la pluma. Una de dos, o le regalan al rey un lapicero BIC para que no tenga problemas con la tinta, o le enseñan a usar las plumas estilográficas, porque al parecer sólo a él se le riega la tinta.
We are only a few days into the new King’s reign, and he has already has another mishap with a pen after it starts leaking
“I can’t bear this bloody thing. Every stinking time”
— Charlie Proctor (@MonarchyUK) September 13, 2022