Fuego amigo prematuro

Elecciones FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER
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Irineo Domínguez Méndez / Lo clásico: la guerra entre militantes y simpatizantes del mismo partido se gesta en casi todos los procesos electorales al actuar cobardemente; “se avienta la piedra y se esconde la mano”. A nadie interesado del acontecer político sorprende la información en la que se “descubre” la cola de algún político, la cual es proporcionada de forma directa o de manera soterrada. Lo sorprendente es conocer hechos que degradan y, por ende, disminuyen el posicionamiento de los denostados ante la opinión pública.

Falta un año para el inicio oficial del proceso electoral del 2024, en la que se elegirán, a nivel federal, al nuevo presidente de la República y a los integrantes del Congreso de la Unión; a nivel local, en Veracruz, se renovará el Congreso local y se elegirá al sustituto del actual gobernador. En esta ocasión no habrá renovación de ayuntamientos. A pesar del tiempo faltante para iniciar el proceso electoral, algunos políticos ya levantaron la mano diciendo “yo quiero ser …”; por tal razón reciben señalamientos en su contra; generalmente del calificado como “fuego amigo”; expresión que indicia a los atacantes sin mencionar nombres.

Las aspiraciones manifiestas de esos políticos a desatado las guerras intestinas que provocan denostaciones, emitidas por simpatizantes que expresan su inclinación a alguno de ellos y, por tal razón, éstos dan a conocer “los trapos sucios” de otros contendientes, sin importar que sean compañeros o no del mismo partido. Las más sonadas son y serán la de los aspirantes del partido Morena.

La alianza “Juntos Haremos Historia” tiene una caballada muy gorda, tanto a nivel federal como en el Estado. Ya los “operadores políticos” de cada aspirante a la presidencia de la República del partido Morena se movilizan con el propósito de sumar a “grupos meta” a favor de su “candidato”; grupos encabezados por sujetos fácilmente de identificar; por ejemplo: sindicatos, asociaciones civiles, comisariados ejidales, presidentes municipales, etc. Algunos de los operadores políticos se encargan de “pasar información negativa” de los demás aspirantes. Entonces, se observa que el equipo de la gobernadora de la ciudad de México denuesta (o dice verdades) en contra de Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal o cualquier otro aspirante del mismo partido. Las denostaciones se devuelven con creces por los atacados. Se avientan tanta caca que, aunque se limpien, quedan apestosos, poco o mucho.

En la alianza opositora: Va por México, los aspirantes no llegan ni a “potrillos”. Tal alianza ya peligra por el voto del PRI a favor de la propuesta morenista de que la Guardia Nacional pasara a ser parte de la SEDENA. El PAN y el PRD lo amenazan con separarlo y, para ello, confirmarán que no apoyarán a los candidatos en el Estado de México y Coahuila emanados del PRI en el proceso del próximo año. A lo anterior se suma la carencia de aspirantes a la presidencia de la República con posibilidades de ser competitivos, cuanto menos. Mauricio Kuri González, gobernador de Querétaro, ha levantado la mano por el PAN; también es de los primeros en descalificar el voto del PRI en favor del Ejército y sugerir que la alianza concluya. Por el PRI se destapó Alejandro Murat, sin importarle que perdió su partido la elección de gobernador; es decir, es señalado ya como perdedor por propios y extraños; le dirán que, así como “entregó” Oaxaca, hará más fácil el triunfo morenista. El PRD juega el papel de avestruz en esta alianza.

Los aspirantes a la presidencia de la República provocan, también, la integración de grupos que buscan las posiciones en disputa en cada Estado. En el Caso de Veracruz, ambas alianzas nacionales son representadas por equipos políticos que apoyan a sus propios candidatos.

Tenemos, por ejemplos, los equipos que se están dando a conocer en favor de Rocío Nahle, encabezados por el Gobernador, quien responsabiliza al presidente del comité ejecutivo estatal de su partido: Esteban Ramírez, de ejecutar las operaciones a favor de su candidata presidencial y en contra de los opositores. Manuel Huerta, delegado federal, ya integra su equipo de operadores; él personalmente, descalificó la “ley Nahle”; éste, a su vez, es ignorado por el Gobernador como candidato. Rocío Nahle no participará personalmente en los “dimes y diretes”; de eso se encargarán sus operadores y las denostaciones las dirigirá contra el delegado federal, principalmente. Otros aspirantes posibles a la gubernatura, como el actual secretario de la SEC: Zenyazen Escobar; el diputado Javier Gómez Cazarín y Sergio Gutiérrez no se quedan atrás, aunque nadarán de a muertito, “en calidad de mientras”. El último ya recibe, también, el fuego amigo.

En el PAN veracruzano ninguna cara nueva ha surgido como cuadro político con la capacidad de competir por la gubernatura; son los mismos de siempre: los integrantes de la familia Yunes Linares, a la que ahora se suma la familia Rementería. Pronto conoceremos las posiciones que ambas familias desearán. Como grupos antagónicos que buscan siempre apropiarse la dirigencia estatal, no cesarán en su empeño de hacerse el mayor daño posible. Julen Rementería ya se promociona; las denostaciones sobresalientes contra él serán la crítica a su pésimo trabajo cuando fue titular de la SIOP y por haber “invitado” a la Cámara de Senadores al presidente del partido de extrema derecha español: Vox. Este político será descalificado por todos los veracruzanos. En el caso de los integrantes de la familia Yunes-Márquez correrán el riesgo de ser indiciados por hechos del pasado. Los vástagos enfrentan señalamientos de tipo penal. Materia para descalificarse unos a otros sobrará.

En el PRI han manifestado sus aspiraciones, también, los de siempre: Pepe y Héctor Yunes. La caballada sufre de “anemia política”. Ningún cuadro, de los medianamente conocidos, es impulsado por el partido para enfilarse hacia la candidatura de gobernador; tendrán que conformarse con disputarle al PAN las posiciones secundarias, como lo son las diputaciones federales y locales. Sin posibilidades reales, en la alianza, para obtener la candidatura a gobernador, solo denostarán en contra de su dirigencia estatal y, muy probablemente, en contra de Héctor. Mismo panorama acontece en el PRD, aunque en este partido es inexistente aspirante alguno a gobernador.

La coyuntura política indica que será Morena y sus aspirantes los que darán más de que hablar. Un elemento más para pronosticar “el fuego amigo” es que el poder del gobernador y del dirigente nacional va en caída libre al acercarse el final de sus mandatos.; por tal razón, la obediencia y disciplina disminuyen. Por otro lado, el apoyo hacia Esteban Ramírez por parte de Mario Delgado será mínimo, sino no es que nulo; ya son conocidas las diferencias entre ellos: apoyan candidaturas diferentes: Delgado a Ebrard y el Gobernador (Esteban) a Sheinbaum.

Por ahora, los contendientes dosificarán la información que tengan; compartiéndola según los ataques recibidos. Lo innegable es que cualquier declaración podrá ser utilizada en contra del denostado hasta en tribunales.

La guerra sucia se intensifica y pronto conoceremos hechos desagradables que, generalmente, perjudican a la población. El pueblo es y será el “pagano” de tanta podredumbre política. La lucha por el poder desnudará a los nuevos conservadores y, a otros, los ratificará como tales. Son los nuevos dinosaurios. ¿Los identifica?

Otro sí digo. – “Quién esté limpio de…..” públicamente.

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