Hoy la señora ya no se acuerda de esos días, antes bien, ya sin el lastre del marido cocainómano, la señora se gasta su dinero en indumentarias kitsh que confunde con prendas de “haute couture”. El día de la elección de la nueva Mesa Directiva del Senado Claudia Balderas usó una prenda de Balenciaga, un suéter cerrado de 31 mil 850 pesos, comprado en el Palacio de Hierro, que le lucía como si se lo hubiera comprado en la paca de la Central de Abastos.
Atrás quedaron los años de andar en las comunidades de sur de Veracruz, comiendo papas de bolsa y refrescos de lata. Hoy, con una delgadez enfermiza, pretende olvidar al “Gato” Mario Espinoza, quien fuera el amor de su vida.