Consummātum est es una locución latina de uso actual que significa literalmente «se acabó todo», «todo está cumplido». Según la traducción de la Vulgata latina, fueron las últimas palabras de Cristo cuando fue clavado en el madero. Se emplea a propósito de un desastre o de un gran dolo. Pues resulta que finalmente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los diputados de Morena le cumplieron su deseo ya que, con 267 votos a favor, 222 en contra y una abstención, los legisladores del bloque en el poder aprobaron reformas a la Ley de la GN.
Éstas permitirán al secretario de la Defensa Nacional en turno controlar las operaciones de la corporación en acciones de seguridad pública y auxiliar a las Fuerzas Armadas de manera permanente. No sabemos a ciencia cierta si esto beneficie a los mexicanos, ya que existe el temor de que la violación de los derechos humanos se dispare con la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército mexicano.
Por lo pronto, el paquete de reformas a la GN estipula, entre otras cosas, que la Sedena tendrá el control operativo y administrativo de la GN; que el presidente sea quien proponga al mando de dicha corporación y que el comandante al frente de la Guardia, sea elevado al rango de General de División. Ni hablar, el presidente se blinda y tendrá otra corporación a su servicio.
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