Saqueo a las arcas públicas; se adelanta el “Año de Hidalgo”

Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB
- en Opinión

Edgar Hernández * Acaso por voracidad, tal vez por esa enconada disputa del poder y dinero entregados por los poderosos a las novias o porque el tiempo se les acaba a los morenos que encabeza Cuitláhuac García, el caso es que hoy día el gobierno empieza a desmoronarse. 

Es la decadencia. 

Ya no se sabe que es peor, si los mil 500 millones no ejercidos por el ejecutivo devueltos a la federación, los 53.7 millones desviados en el otro poder, el Judicial a “Empresas Fantasma”, amén de los 500 millones desparecidos o en subejercicio, o los moches y chantajes del Poder Legislativo y ORFIS a ediles rateros mismos que rebasan los 800 millones. 

Al caótico escenario habría que sumar el sospechoso jineteo del dinero. 

Trascendió en días pasados, confirmado por la propia Secretaría de Finanzas, que el gobierno del estado tiene un “ahorro” de casi 8 mil millones de pesos, 7 mil 978 millones 500 mil pesos, el cual está “sudando” en alguna institución bancaria, mientras en el estado hay múltiples necesidades. 

Y para colmo. 

Mientras son peras o son manzanas, el propio Cuitláhuac García, dispuso ocultar su declaración patrimonial por aquello de que al hacerla pública se pone en riesgo su vida, una vida que, entre paréntesis, está resguardada, de día y noche por un centenar de guaruras, diez suburban, una ambulancia y una cuadrilla de motociclistas. 

Que tanto no tendrá en bienes y dinero que prefiere ocultar la información porque de otra suerte si solo tuviera el terrenito que a plazos está pagando –según él- en Banderilla, poco interés despertaría entre los malosos. 

La realidad de todo este desbarajuste apunta a que ya están en la cuenta regresiva y eso los tiene preocupados, inquietos, nerviosos; más a la familia de Cuitláhuac. 

A su papá, Atanasio, que compró propiedades de lujo y acumuló más novias y plazas en el sector educativo. A los hermanos que llenó de prebendas y concesiones. A los medios hermanos y hermanas que atascó de dinero. 

Y, por supuestísimo, al primo cómodo Eleazar Guerrero, quien desde el arranque se puso águila al colocar a buen resguardo en los paraísos fiscales la morralla que le sobró del manejo de los 130 mil millones de presupuesto que ministra la Secretaría de Finanzas. 

Como no antes visto se adelantó el “Año de Hidalgo” donde: que tizne a su madre el que deje algo. 

Ese es el verdadero significado del “No somos iguales”. 

Al paso de los días, semanas y meses se irá conociendo más información sobre las tan repudiadas por la 4T, “Empresas Fantasma” y más temprano que tarde –ya solo faltan 24 meses- se sabrá a cuánto ascendió la devolución sexenal de dinero por subejercicios. 

Y, desde luego, saldrán a flote, las enormes transas que se hicieron y siguen haciendo en el cobro de moches y el pago de cuotas a la burocracia por mantenerlos en empleo. 

Hay evidencias de la existencia de decenas de miles de tarjetas de débito donde cae hasta el 50% de lo que cobraba nominalmente un empleado recomendado por los morenos o un colaborador promovido de nivel. 

Saldrán a flote, como el excremento, las listas de aviadores con sueldos arriba de los 50 mil pesos, cómo se ordeñan los sobres para los propios 

periodistas llamados chayoteros y los muertos que los vivos morenos siguen en nómina cobrando. 

Ríos de pus está por brotar. 

Lo arriba expuesto es solo una pincelada del diluvio que viene, acaso por ello se está terminando a marchas forzadas la remodelación de Pacho. 

Tiempo al tiempo. 

*Premio Nacional de Periodismo 

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