*German Larrea criticado por AMLO ahora son amigos
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / El 29 de Mayo de 2018, cuando se encontraba en campaña en busca de la Presidencia de la República y, por tanto “en un plan de prometerlo todo” (como dijera Juan Preciado en la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo), Andrés Manuel López Obrador se comprometió en un mitin en Poza Rica a recuperar los cuerpos de los 65 mineros sepultados en la mina Pasta de Conchos desde febrero de 2006, y aprovechó el momento para acusar a los gobiernos priistas y panistas de negligencia en los trabajos de rescate. Ni por la mente le pasaba que cuatro años después de aquella acusación, en la que habló además de un encuentro que sostuvo con el empresario Germán Larrea poco después del accidente minero, a quien le exigió rescatar los cuerpos para entregarlos a los familiares, viviría su Gobierno otra tragedia similar, concretamente el 3 de Agosto de este año en un nuevo suceso en tierras coahuilenses, esta vez en El Pinabete, donde 10 trabajadores quedaron atrapados, por lo que después de tres semanas de intentos de rescate sin éxito, Protección Civil anunció un nuevo plan que podría extenderse por 11 meses más, dando, tácitamente, por muertos a los trabajadores. Lo de Pasta de Conchos había quedado en el olvido pese a la promesa de rescate hasta que ocurrió esta nueva tragedia, e incluso se recuerda cuando AMLO expresó en 2018: “lo que más me duele, y hasta me da pena decir, cuando quedaron sepultados los 65 mineros de Pasta de Conchos, una mina de él, del señor Larrea. Por esos días lo encontré, nos vimos con unos empresarios y ahí le dije: Germán, saca los cuerpos y entrega los cuerpos a los familiares. ¿Qué hizo? ¡Nada! ¡Porque tiene mucho dinero pero poco corazón, poco humanismo! No invirtió para desenterrar los cuerpos de los mineros”, dijo en respuesta a la carta que el dueño de Grupo México envió a los empleados de sus empresas para advertir el riesgo de que López Obrador tomara el poder. El 23 de Octubre del 2020, ya como presidente Constitucional, López Obrador acudió a la zona minera de Coahuila, donde reiteró ante las 65 familias de las víctimas que el rescate de los cuerpos fue un compromiso que realizó desde el 2006, el cual “volví a repetirlo en el 2012 y en el Zócalo, cuando tomé posesión de la Presidencia, di a conocer 100 compromisos y uno de ellos es de la reparación del daño y el rescate de los cuerpos de los mineros de esta mina de Pasta de Conchos”. Y no había ocurrido nada hasta ahora que nuevamente obreros quedaron sepultados en las entrañas de la tierra”.
PERO APENAS el domingo 28, el presidente López Obrador llegó a Pesquería, en Nuevo León, donde insinuó que ya no sería posible rescatar con vida a diez trabajadores atrapados en la mina El Pinabete, en Sabinas, Coahuila, por lo que su gobierno propuso convertir la zona en un memorial. Y tal como sucedió en 2020, pero ahora sobre el caso de los diez mineros del Pinabete, el presidente de la República encomendó la recuperación de los cuerpos al titular de la CFE, Manuel Bartlett Díaz quien, de plano se desentendió del tema, a pesar de que AMLO había dicho: “Yo hice el compromiso de que, si ganábamos, íbamos a rescatarlos”.
LO QUE llama la atención en toda esta trama de promesas incumplidas tanto de Bartlett como de AMLO con los familiares de los mineros de Pasta de Concho, y de acusaciones y descalificaciones contra el empresario propietario de la mina, Germán Larrea Mota Velasco, es que el 14 de Diciembre del 2021,el Presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió en Palacio Nacional con el director General del Grupo México, su antiguo adversario, quien tras el encuentro fue acompañado a la salida de Palacio Nacional por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Larrea Mota Velasco, es considerado el segundo hombre más rico del País, ya que es dueño del conglomerado Grupo México, y cuenta, según la revista Forbes, con una fortuna de 27 mil 110 millones de dólares, consolidándose como uno de los empresarios más importantes del país, solo por debajo de Carlos Slim Helu que posee una riqueza de 55 mil 930 millones, según el último listado dado a conocer por la revista estadounidense especializada en temas financieros.
Y UNO se pregunta: ¿Por qué después de tanta crítica de AMLO contra Larrea Mota Velasco, de quien dijo en su momento que: “tiene mucho dinero pero poco corazón, poco humanismo”, ahora lo recibe en privado y hasta le da un trato distinguido al ser acompañado por el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández hasta su automóvil?. Lo lamentable es que ni Germán Larrea ni Manuel Bartlett, este último director de Comisión Federal de Electricidad hicieron caso al Presidente Andrés Manuel López Obrador de rescatar los cadáveres en Pasta de Conchos para entregarlos a sus familiares y, seguramente el poblano se hará, igualmente, el desentendido en el caso de la mina El Pinabete, en Coahuila, donde 10 mineros se encuentra atrapados.
AMLO HA dicho que en la mina Agujitas, de Sabinas, Coahuila, donde están atrapados 10 mineros, no va a pasar lo mismo que sucedió en Pasta de Conchos, cuando en 2006 quedaron sepultados 65 mineros que nunca fueron rescatados, y en ese sentido insiste en que no dejará abandonados a los trabajadores atrapados desde el 3 de agosto en la mina de Pinabete, sin embargo, el martes se suscribió un acuerdo entre el Gobierno federal y las familias de los 10 mineros para indemnizar a éstas “por encima de lo convencional”, por lo que ya giró instrucciones para destinar fondos a los parientes de las víctimas. Deja en claro que, pese a ese acuerdo, los trabajos de rescate continuarán y no se detendrán, aunque la incertidumbre de las familias es clara, pues a pesar de que están conscientes de que sus seres queridos podrían estar muertos, no pierden la esperanza de que les entreguen los cuerpos para darles cristiana sepultura.
MUY PRONTO el Presidente López Obrador, con esta nueva desgracia en una mina mexicana, se ha dado cuenta que no es lo mismo ser borracho que cantinero, como tampoco lo son las criticas sin ton ni son contra actores políticos y empresariales que fracasaron en su intento de rescatar a 65 mineros en Pasta de Conchos, como invariablemente ha fallado el Gobierno Federal en funciones, y acaso por ello busca consolar a los familiares de las victimas entregándoles programas sociales, indemnizaciones y otros beneficios extraordinarios e, incluso, les promete un mausoleo o templo donde oren por ellos, conscientes de que tal vez en 11 meses, que es la meta, tampoco sean rescatados los restos, y acaso el bulto quede a quien lo suceda en la presidencia. Vaya caso…OPINA [email protected]
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