Claudia Guerrero Martínez / La dependencia que opera en abierto para MORENA es el Instituto Veracruzano de Desarrollo Municipal (INVEDEM) bajo el director Rafael Alejandro Castillo Zugasti a quien acusan de violentar los derechos laborales y además, el sistemático desvío de recursos, aunado con los actos de corrupción. Y nos enviaron información sustentable sobre hechos vergonzosos que ocurren en esta dependencia estatal ubicada en la Avenida Ávila Camacho no. 286 en Xalapa, Veracruz. A Castillo Zugasti lo señalan como una persona prepotente, altamente grosera, misógino, que le gusta sobajar, humillar, gritar y hacer mal uso de sus palabras para lastimar e intimidar a la gente que compone su plantilla laboral dentro del mismo Instituto, para presionarlos y exigirles el cumplimiento de sus trabajos bajo beneficios para el jefe. Y aquí el relato de los trabajadores:
Apoyándose de dos personas que él mismo colocó y lo ayudan para hacer el mal uso del recurso público y presupuesto asignado por la Secretaría de Finanzas y Planeación en Veracruz. Nos referimos a Laura Rodríguez Castellanos y Carla Kerena Landa Yáñez, quienes extraen dinero del Instituto para el beneficio del director solapando y encubriéndolo, justificando con falsos viáticos y solventar estos gastos comprando facturas, así como también tickets, que consiguen con familiares y conocidos, además de aprovecharse de los servicios que brinda públicamente el Instituto a los municipios, ya que obtiene más recurso reuniéndose con los servidores de los Ayuntamientos como alcaldes, secretarios, síndicos, contralores, entre otros y así venderles servicios de credencialización a los servidores de ayuntamientos, sin olvidar aparecer en la Revista “Municipalidades”, con la liga: http://www.invedem.gob.mx/2019/04/revista-mensual-municipalidades/
Además, a los mismos Ayuntamientos les venden asesorías administrativas, así como integrarlos al programa “Conocer” y consta de muchas certificaciones que obtuvo gracias a esfuerzo de sus empleados y él sólo puso su nombre. En años anteriores, hizo lo mismo al venderles estos servicios guardándose el dinero o mejor dicho robándose los recursos.
Carla Kerena Landa Yáñez es una de las personas de confianza del director, quien presiona y amenaza a los empleados por órdenes del jefe y también por sus ganas de molestar, exigiéndoles cumplir sus tareas y ella siempre ocupada con el celular riéndose. A quién no cumpla sus exigidas y obligadas actividades son despedidos, así como se le impone el miedo de decir algo o levantar la voz, siendo ella una persona con problemas de superioridad y piensa que todos son flojos, huevones y no saben hacer nada.
Muchas veces, Carla Kerena Landa Yáñez evidencia a empleados frente a todos para humillarlos. En las reuniones con el director siempre pide dejar los celulares fuera de la oficina para no grabar todas las mentadas de madre o cuando los sobaja, además de amenazas de golpes a todos y en muchas ocasiones señalando a la gente cada vez que puede.
Obligan a los servidores a firmar viáticos en los que recorren casi todo el estado, estos son fabricados y armados en el área administrativa, dentro de carpetas del gasto, para comprobar con esas facturas el dinero mal gastado que se han hecho. Y se puede comprobar que el servidor se encuentra en Xalapa, mientras según el viático se localiza en algún lugar del estado. Cosa que se puede comprobar con el checador de hora que se utiliza al ingresar y marcar salida del Instituto.
Sus grados escolares los obtiene gracias a que asigna gente para hacer sus carreras profesionales y él una vez más pone el nombre. Dentro del INVEDEM como en el RAM, donde fue delegado, se le conoce de ser mujeriego y utilizar a la mujer como propiedad para un beneficio dentro del Instituto, es padre de 7 hijos y sólo reconoce a 3. Para que vean la gravedad del asunto de este que cree ser un semental y todas sus parejas son llevadas a su oficina donde las endulza y les da beneficios del mismo instituto.
Por ser una persona dañada y con malas ideas, lanza amenazas de muerte en contra de la gente y exige renuncias de sus servidores, si no hacen lo que él ordena. Por ser mujeriego, ellas son colocadas en la dependencia, como agencia de colocaciones como pasa con una enfermera de nombre Adriana Villanueva Vargas, quien salió el año pasado por embarazo y este año volvió a ingresar con un cargo de jefatura y buen sueldo, siendo que hay jefes de oficina quienes ganan muy por debajo de lo que deberían y teniendo muchas más tareas institucionales, responsabilidades y actividades.
Esta enfermera se da el lujo de amedrentar y amenazar a sus compañeros, jactándose de que tiene el apoyo del director. La misma Adriana Villanueva Vargas ha tenido cargos como jefe de Departamento y luego jefe de Oficina por obvias razones.
Dentro de INVEDEM se vive un ambiente tenso de acoso laboral y violencia verbal del director Rafael Alejandro Castillo Zugasti, de Laura Rodríguez Castellanos y Carla Kerena Landa Yáñez hacia los demás servidores públicos, moviendo las fichas a su conveniencia y creando mucha rotación de personal y cambios de puestos repentinos, al no existir la estabilidad laboral y los pocos que han aguantado algunos años es porque no les pide su renuncia, por miedo de ser denunciado o tener problemas mayores con el secretario de Gobierno y el gobernador del Estado.
Los vehículos del Instituto están sumamente dañados, una de ellas es una Urvan y un Versa, que parecen coches viejos, porque la Urvan la tienen como coche para desvalijar en el estacionamiento y el Versa no se ha visto desde hace un año en el Instituto, nadie sabe dónde lo tienen y quien lo esté usando, además de que los vehículos son usados para temas particulares del director e incluso, para sus mudanzas en sus constantes cambios de casa, situaciones personales como organización de sus fiestas o cosas privadas.
Los vales de gasolina que otorga la Secretaría de Gobierno los usan para llenar el tanque en su camioneta Ford Expedition, todas las semanas y también los vehículos de Laura Rodríguez Castellanos y Carla Kerena Landa Yáñez, aprovechándose de los recursos del estado.
Después de cada evento en el que este señor participe y todo le resulte bien, invita a sus esclavos del Instituto a “festejar” y ordena comida a su gusto y después de tomar bebidas embriagantes, es mala copa al atacar a los empleados del restaurante, pide privacidad ante la gente para poder hablar y gritar lo que él quiera. Siempre se quita su ropa que lleve logos del gobierno o del Instituto para no ser relacionado ante estas situaciones.
Las condiciones dentro del Instituto son pésimas, puertas de baño sin manija y sólo se usa una cuerda para abrirla, penosa situación al recibir servidores de Ayuntamientos como secretarios y alcaldes, quienes al querer ir al baño, ven esa situación tan precaria del Instituto, cuando cuesta una chapa $200 pesos y tampoco compran focos en las oficinas, sin omitir escritorios o sillas rotas y despintados; el techo y plafón siempre acumulando humedad, cayéndose a pedazos y nula existencia de hojas blancas para uso de impresora, cuestionando tanto su uso, que al final, cada quien lleva sus paquetes.
Pero qué tal las compras por comidas de hasta $600 pesos del director en un solo tiempo al desayunar o comer con el presupuesto del INVEDEM.
Cabe mencionar y esta información es igual o peor de vergonzosa, que en las hojas de las nóminas, aparecen nombres como Adriana Berenice con la comparativa de sus sueldos que nunca son bajos y el tiempo que ha estado laborando, así como David Tinoco y Yamir Saúl, quienes son aviadores y personas que nunca se han visto en el Instituto.
En las fotos de las carpetas, pegan postit para identificar dónde firmará cada persona después de hacerles sus viáticos falsos y demás documentación hecha por indicaciones del director Rafael Alejandro Castillo Zugasti.
En capturas de pantalla se ven cómo Rafael Alejandro Castillo Zugasti le habla a la gente, de manera grosera y con obligación de hacer las cosas bajo amenaza. En otra imagen donde piden que nadie entre a la oficina administrativa porque se encuentran haciendo toda la documentación falsa y bajo secreto para que nadie debe saber el proceso y órdenes que se siguen para poder hacerlos, además de encontrarse realizando otras actividades.
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