Armando Ortiz / Dice el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado que las grúas llegaban a cobrar hasta 350 mil pesos por el arrastre de un auto en un accidente. Esto lo comentó en entrevista para uno de esos medios oficialistas. Gutiérrez Maldonado habla como si él, o su institución, no tuvieran nada que ver en el asunto: “Las grúas cobran lo que quieren porque no tienen una tarifa específica que tengan que respetar, de manera que cometen abusos en contra de los usuarios”.
Pero si la SSP de Gutiérrez Maldonado pone a estas grúas un oficial de Tránsito para que operen con impunidad. Además, ¿quién le dijo al obtuso secretario que el problema era el problema con el arrastre en los accidentes? Los reclamos de la ciudadanía de varias ciudades de Veracruz es el abuso que cometen las empresas de grúas cuando levantan un automóvil supuestamente estacionado en un lugar prohibido.
Una vez que ponen el auto en la grúa, nada ni nadie puede hacer nada para evitar que estos ladrones cobren a usted entre 800 y hasta mil 500 pesos por el arrastre. Este es el verdadero abuso, esto es lo que se debe regular o de plano eliminar. De eso no habla Gutiérrez Maldonado en su entrevista a medios oficialistas. Los ciudadanos en Xalapa, por ejemplo, están hartos de enriquecer al dueño de estas grúas, que según dicen, pertenecen a un sujeto oscuro que opera en la secretaría de Gobierno; un afrodescendiente, diría él.
Fue el Ejército. Encinas declara que 6 jóvenes fueron asesinados por orden del coronel José Rodríguez Pérez del 27 Batallón de Iguala
Como hemos estado señalando, la “Verdad histórica” se fabricó para encubrir la participación del Ejército y otras instancias federales, estatales y municipales en la muerte de los 43 de Ayotzinapa. Para que quede bien claro, Alejandro Encinas fue más específico sobre la participación del Ejército. De acuerdo con el informe que diera a conocer la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, 6 jóvenes habían sido entregados al Ejército en el 27 Batallón de Infantería. En las declaraciones que se hicieran ante la FGR, Eduardo Mota, un soldado de ese batallón tomó un fragmento de un video de la entrevista que un líder estudiantil hizo en vía pública a medios de comunicación y se la entregó como informe al coronel de infantería, José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería.
¿Qué hizo el coronel José Rodríguez Pérez? Ordenó que mataran a los 6 estudiantes. Señala Encinas: “Hay la información corroborada también con llamadas al teléfono de emergencias 089 donde se acredita que presuntamente seis de los estudiantes de los 43 desaparecidos estuvieron retenidos durante varios días y con vida en lo que llaman la bodega vieja y de ahí fueron entregados ‘al coronel’ como vienen los testimonios, quien se hizo cargo de estos muchachos”.
El “coronel” estaba a las órdenes del general Alejando Saavedra Hernández, encargado del 27 Batallón de Infantería en Iguala; este general también tiene orden de aprehensión. Vale señalar que los padres de los normalistas tomaron las entradas del 27 Batallón de Infantería en Iguala, pues tenían información de que sus hijos estaban ahí. No estaban equivocados, pero no los dejaron entrar.
Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, saca el cobre. Amenaza a ciudadano. “¡Nomás mídele bien tus palabras!” le dice rodeado de sus guaruras
Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco por Movimiento Ciudadano, al parecer es de mecha corta. No pueden increparlo ni hacerle ver sus mentiras porque luego, luego se prende. Eso es lo que ocurrió a la entrada del Centro Universitario de los Valles de la UdeG. En este lugar el secretario administrativo le reclamó a Enrique Alfaro que las obras llevadas a cabo en ese centro educativo llevaban 28 meses de retraso. Alfaro por su lado declaraba: “Aquí vamos a entrarle con otros 11 millones para seguir ampliando su infraestructura y, aunque el grupo que controla a la Universidad nos volvió a mandar provocadores, la respuesta es la misma: frente a las mentiras, hechos”.
De inmediato le llegaron los reclamos, porque les parecía una mentira que fuera a decir eso cuando las obras tenían un gran retraso. León Dávila, secretario administrativo le refutó: “En frente de nuestra casa no digas cosas que no son ciertas”.
Entonces Alfaro, como cualquier pendenciero, se enchiló: “Estás faltándole el respeto a los diputados, al presidente municipal y al gobernador, nomás mídele bien a tus palabras”. Los guaruras del gobernador se acercaron León Dávila como para amedrentarlo, pero este no se echó para atrás. Antes bien, cuando ya se retiraba el gobernador Alfaro le dijo: “Sentí una amenaza de usted, gobernador, y se lo quiero decir”.
Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
Comentarios