La profesora de biología a lo mejor necesitaba el semen de sus alumnos para hacer algún experimento. Sin embargo, un padre de familia denunció esto en la dirección escolar y ellos, tras conocer el caso, suspendieron de sus labores a la docente; la acusaron de corrupción de menores.
“No era obligación, sino que aquel que quería ser voluntariamente donante y llevar para que se pudiera analizar en un microscopio y el tiempo que vive en un ambiente húmedo, es lo único”, dijo la profesora a medios de comunicación locales. Aquí vale la pena preguntar. ¿Quién fue el que exageró?