Que diría usted como padre de familia si su hijo un día llega a su casa y le dice que de tarea su maestra le pidió una muestra de semen. Pensar esta idea es muy descabellada, y puede que piense que eso no puede pasar. Y decimos esto porque en la región oriental de Santa Cruz, en una escuela secundaria del municipio Minero en Bolivia, una docente pidió a sus alumnos una muestra de sus fluidos en un frasco.
La profesora de biología a lo mejor necesitaba el semen de sus alumnos para hacer algún experimento. Sin embargo, un padre de familia denunció esto en la dirección escolar y ellos, tras conocer el caso, suspendieron de sus labores a la docente; la acusaron de corrupción de menores.
“No era obligación, sino que aquel que quería ser voluntariamente donante y llevar para que se pudiera analizar en un microscopio y el tiempo que vive en un ambiente húmedo, es lo único”, dijo la profesora a medios de comunicación locales. Aquí vale la pena preguntar. ¿Quién fue el que exageró?
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