“Siempre supe que la gente vendía fotos de pies en línea porque la idea ha sido cultural durante años. Pensé en dar el paso y decidí que, entre lo académico y mi trabajo en el campus, no tenía mucho tiempo para un segundo trabajo, así que tal vez este sería algo que podría manejar. A través de mis fotos de pies, gano un par de cientos de dólares cada mes, que uso para gastos. Normalmente lo uso para ir a comprar ropa. Empecé a hacerlo como estudiante de primer año en la universidad, y ahora estoy entrando en mi último año”, relata la joven.
Esta joven dice que cada cliente es distinto y que cada quien tiene una fantasía sexual con los pies, ya que hay unos que le piden a la universitaria andar descalza en la calle, no usar esmalte y demás cosas. Ella dice que no ve su trabajo de una forma erótica, sus clientes sí, pero ella no. Los ingresos mensuales que gana son desconocidos, pero esta joven asegura que las fotos que vende le da para comer bien y además darse algunos gustitos.