Sergio González Levet / Veo en twitter el siguiente mensaje:
“Paula Moon
“@paulitamoon
“En mi trabajo (salud pública) nos tenemos que cooperar para el papel de baño, productos de limpieza, garrafones de agua y reparaciones. Si falta lo más básico para mantener instalaciones dignas, ya no hablemos de insumos ni de medicamentos. La austeridad en salud es enfermedad.”
Pues sí, la pobreza franciscana a todo lo que da en una dependencia federal, para seguir las indicaciones del Patriarca. Ahora los burócratas tienen que llevar a las oficinas donde trabajan sus propios productos de higiene y de mantenimiento, como papel y jabón, y el agua para beber, que es un producto vital (ya no hablemos de café o de galletas surtidas por la dependencia, porque eso es un pecado capital para la austeridad de la 4T y su mesías).
Así entonces camina el cambio propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y así se sigue violando la Constitución y las leyes que de ella emanan, esas mismas que prometió cumplir y hacer cumplir cuando tomó posesión el 1º de diciembre de 2018.
Dice la Ley Federal del trabajo:
“Artículo 2º.- Las normas del trabajo tienden a conseguir el equilibrio entre los factores de la producción y la justicia social, así como PROPICIAR EL TRABAJO DIGNO O DECENTE en todas las relaciones laborales.
“Se entiende por trabajo digno o decente aquél en el que SE RESPETA PLENAMENTE LA DIGNIDAD HUMANA DEL TRABAJADOR; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento de la productividad con beneficios compartidos, Y SE CUENTA CON CONDICIONES ÓPTIMAS DE SEGURIDAD E HIGIENE para prevenir riesgos de trabajo.
“Artículo 3º.- El trabajo es un derecho y un deber social. No es artículo de comercio, y exige RESPETO PARA LAS LIBERTADES Y DIGNIDAD DE QUIEN LO PRESTA, así como el reconocimiento a las diferencias entre hombres y mujeres para obtener su igualdad ante la ley. DEBE EFECTUARSE EN CONDICIONES QUE ASEGUREN LA VIDA DIGNA Y LA SALUD PARA LAS Y LOS TRABAJADORES y sus familiares dependientes.”
¿Hasta dónde irán a aguantar los empleados de Gobierno las condiciones cada vez más deplorables en que tienen que trabajar, y eso a cambio de inconstitucionales reducciones de sueldos, de maltratos de los jefes, de pérdida de prestaciones, de obligación a asistir a eventos en favor del partido oficial y aportar de su desmedrado bolsillo para la causa?
AMLO piensa que en 2024 van a seguir votando por él y sus candidatos los mismos 30 millones que lo hicieron hace cuatro años.
Menudo susto se va a llevar con esos tratos (y además porque los 3,850 bimestrales se han vuelto de poco a casi nada, debido a la inflación).