Irineo Domínguez Méndez / Morena se está complicando la designación de candidatos para el proceso electoral del 2024 en Veracruz. Las diferencias entre la dirigencia nacional y la estatal son innegables. Mario Delgado ha mostrado su inclinación por Sergio Gutiérrez Luna, hecho contrastante con el apoyo del Gobernador hacia la secretaria de energía: Rocío Nahle. La crítica atinada del delegado Manuel Huerta, por el despilfarro efectuado por los dos diputados federales que “rindieron” su informe anual de trabajo, señala a éstos como contrarios a la línea de la austeridad republicana dada por AMLO; con ello apalea a Gutiérrez Luna y, su declaración debe considerarse como verdadero aspirante a la gubernatura del Estado.
El evento del diputado plurinominal electo por el Estado de México trajo aparejado un hecho antes desconocido: el rompimiento entre la dirigencia nacional y la estatal. Esteban Zepeta, nombrado por el propio Mario Delgado como delegado en Veracruz, contradice la información dada por el dirigente nacional: no se repetirá ninguna Asamblea Distrital en el Estado. Las declaraciones de Zepeta prevén el nulo apoyo que tendrá cuando sea presidente estatal de Morena. El grupo político encabezado por el Gobernador ya tiene dos candidaturas definidas: Rocío Nahle para gobernadora y Esteban Zepeta para dirigente estatal; serán adversarios de los que apoye Mario Delgado y el Secretario de Gobernación.
Un sujeto que nada positivo aporta con sus manifestaciones es el seudo secretario de organización del inexistente Comité Ejecutivo Estatal de Morena. Yair Domínguez cree tener la altura política del dirigente nacional al declarar que éste no le informó de su arribo a Minatitlán. Añadió que “nunca ha querido visitar Veracruz (sic ¿?) y que busca dividir al movimiento, pero que la militancia veracruzana no lo permitirá”. Por último, dice que Mario Delgado pertenece a un grupo político.
Alguno de los “superiores” de dicho seudo secretario tiene que ilustrarlo a no hacer promoción de los adversarios; mucho menos cuando involucra al gobernador y a Zepeta. Tampoco debe amarrar navajas a su jefe directo (Zepeta) para enfrentarlo con Delgado. Calladito se verá menos…
Para nadie es nuevo saber que Mario Delgado pertenece a un grupo político dentro de Morena, como también se reconoce que el gobernador y sus súbditos pertenecen a otro. Lo sobresaliente es la cortina de humo creada por Mario Delgado al dar una señal equivocada de apoyar al secretario de gobernación federal para la candidatura a presidente de la República. Lo anterior en virtud de que Gutiérrez Luna se declaró fan de dicho secretario y se presume que Mario Delgado apoya la candidatura de Marcelo Ebrard, así como se deduce la inclinación del Gober por Claudia Sheinbaum. Así las cosas, Delgado pudiera querer debilitar la presencia de dos damas en Veracruz: la de Nahle y la de Sheinbaum, utilizando como distractor a Gutiérrez Luna.
Nadie duda que todos los dirigentes de Morena se han convertido en conservadores en su propio territorio; unos a nivel nacional y otros a nivel estatal. Apoyados mutuamente por gobernadores, senadores, diputados federales y locales se empoderan grupúsculos con el propósito de mantener el poder, considerando a la militancia desechable.
La coyuntura política del momento al interior de Morena solo crea expectativas con un mínimo de certeza. Será AMLO quien aclare el panorama político cuando indicie a los ungidos en el momento electoral oportuno, a través de sus encuestas. La militancia no sirve de nada; una y otra vez será ignorada; hecho comprobado constantemente.
Otro sí digo. – Los morenos veracruzanos debieran exigir a la Cámara de Diputados que Sergio Gutiérrez Luna rinda su informe en el Estado de México; lugar donde fue electo diputado plurinominal.
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