A ver señor Hugo López-Gatell, si los servicios de Salud en México fueran eficientes, expeditos, cordiales, humanos, al alcance de todos y sobre todo menos burocratizados, entonces no habría necesidad de acudir a los consultorios de las farmacias, los cuáles son atendidos en su mayoría por doctores profesionales. Una experiencia personal. Un día mi cita era a las 12:30 del día. Por problemas a la hora de meter mi auto al estacionamiento llegué con 2 minutos de retraso. Ya no me dieron consulta, que porque el sistema en automático me había saltado. Otro día fui, ya con más tiempo. Mi cita era a la misma hora, pero esa vez llegué con 10 minutos de antelación.
La chica que recibía mi tarjeta del IMSS no se apareció sino hasta después de los 10 minutos. Me preocupaba que por culpa de la secretaría se me pasara la cita, pero no, aunque ya pasaban de las 12:30 la joven me anotó y me hizo pasar de inmediato. ¿Y el sistema, por qué no me saltó? Así la burocratización de estos institutos. El día que llegué 2 minutos tarde, por más que supliqué que me anotaran, aunque sea después de las personas que ya estaban, dijeron que no.
Muchas personas optan por los servicios de los consultorios de las farmacias porque son más inmediatos y accesibles. Y si bien algunos consultorios agregan medicinas que sólo venden en sus farmacias, no está uno obligado a comprar ahí esa medicina. Hugo López-Gatell, quien ha perdido los reflectores después de la crisis de la pandemia del covid, ahora busca que lo volteen a ver, que lo contemplen en su decadencia.
Comentarios