Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / ALGUIEN COMENTABA –en son de broma, aunque tal parece que tiene mucho de cierto-, que en el actual Gobierno Federal y en algunos Estatales –sobre todo de MoReNa-, a los periodistas no se les encarcela ni se les persigue por lo que escriben o critican, por el contrario…se les asesina. Y es que el “chascarrillo” cobra vigencia al enterarnos del catorceavo asesinato de un comunicador este año, y 38 en lo que va de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque él tenga otros datos y culpe a sus adversarios, los conservadores, de haberle heredado un clima de violencia que a la fecha sigue en aumento, por más Guardias Nacionales que se contraten o Ejército y Marina que se incorporen a tareas de seguridad. Hay desde el arranque del actual Gobierno Federal una animadversión por los comunicadores a los que se califica de serviles a antiguos regímenes, fifís, saqueadores o vividores del erario, y en ese tenor, hasta se contrató a la Antropologa Social, Ana Elizabeth García Vilchis, una mujer de origen poblano que sin la menor autoridad o experiencia busca “desmentir” con versiones del gobierno Federal, información que se publica en medios de comunicación nacionales e internacionales, pero es tal su servilismo a AMLO que contradice –sin argumentos o bases- a personajes de enorme trayectoria profesional, lo que le ha valido ser ridiculizada por los propios actores censurados, aunque también por la soberbia con la que ahora se comporta, como cuando acudió el 31 de Julio a votar en las elecciones internas de Morena junto con su esposo, René Galindo y su menor hijo en el distrito de San Jerónimo Caleras, Puebla, siendo captados entrando por la salida, saltándose una fila compuesta por cientos de personas, entre estos varios adultos mayores, y aunque Ana Elizabeth intentó que no los grabaran retirando el brazo del militante de MoReNa que lo hacía, este le exigió a la encargada del “Quién es quién en las mentiras” que no lo tocara. Y es que de acuerdo con García Vilchis y su esposo, ingresaron por la salida debido a que iban con su hijo y no lo querían exponer al calor y la espera, cuando un niño no debe andar en esos menesteres. Vaya cachaza de quien se asume recta.
PERO VOLVIENDO al tema que nos ocupa que es por demás doloroso, en efecto, en el régimen morenista –sea Federal o Estatales-, muchos periodistas han sido asesinados, y aunque se trate de argumentar que se ha logrado detener a los supuestos autores de esos crímenes, definitivamente no se trata de ello, sino de evitar que sucedan, pues cada atentado es un golpe mortal a la libertad de expresión tan vilipendiada, además de los daños colaterales que se engendra a la familia: padres, esposa, hijos, hermanos y a la sociedad que busca canales de expresión confiables. Pues bien, en México ya van 14 periodistas asesinados este año, y el más reciente ha sido el sonorense Juan Arjón López, de 62 años, cuyo cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición a un costado de la carretera San Luis-Luis B. Sánchez, en el municipio San Luis Río Colorado, y de acuerdo a la fiscalía Estatal de Sonora, la autopsia del cadáver revela que la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico por golpe contuso y otras lesiones, en pocas palabras lo mataron cuando acaso trataban de arrancarle alguna confesión.
Arjón López era director de la página “A qué le temes” que se publica en Facebook, y de acuerdo a los colegas, estaba desaparecido desde el pasado 9 de Agosto, por lo que la búsqueda del comunicador era encabezada por Rescate Sonora Internacional con apoyo de elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública y parte del gremio de periodistas de San Luis Río Colorado. El comunicador Arjón López fue visto por última vez en un negocio de comida, después de salir del centro de rehabilitación donde radicaba de manera voluntaria y frente a cuya instancia quedó estacionado su automóvil. El cuerpo del integrante del Grupo de Comunicadores y Periodistas Independientes presentaba “signos de violencia”. Su último reporte fue el 2 de agosto cuando dio a conocer un reporte de detención y recuperación de objetos tras un robo a casa habitación en su página informativa, en la cual daba seguimiento a denuncias ciudadanas y publicaba datos revelados por fuentes policíacas y funcionarios del Ayuntamiento.
Y AUNQUE todo México lo sabe en tiempo y forma, es menester recordar a los 14 periodistas asesinados en México en lo que va del año, para que no los olvidemos y el Gobierno, desmemoriado como suele ser, sepa que en torno a ellos no se concretó la obligación del Estado de brindarles seguridad y garantizarles el respeto a su libertad de expresión ; José Luis Gamboa Arenas, el 10 de enero, en el Puerto de Veracruz; Margarito Martínez Esquivel, el 17 de enero, en Tijuana, BC; Lourdes Maldonado López, el 23 de enero, en Tijuana, BC; Roberto Toledo, el 31 de enero, en Zitácuaro, Michoacán; Heber Fernando López Vásquez, el 10 de febrero, en Salina Cruz, Oaxaca; Jorge Luis Camero Zazueta, el 24 de febrero, en Empalme, Sonora; Juan Carlos Muñiz Hernández, el 4 de marzo, en Fresnillo, Zacatecas; Armando Linares López, el 16 de marzo, en Zitácuaro, Michoacán; Luis Enrique Ramírez Ramos, en Culiacán, Sinaloa, el 5 de mayo; Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, en Cosoleacaque, Veracruz, el 9 de mayo; Antonio de la Cruz, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 29 de junio; Ernesto Méndez Pérez, en San Luis de la Paz, Guanajuato, el 3 de agosto y, Juan Arjón López, en San Luis Río Colorado, en Sonora, el 16 de agosto. No es secreto que desde el año 2000 hasta la fecha, Artículo 19 ha documentado 157 asesinatos de periodistas en México en posible relación con su labor profesional. Del total, 143 son hombres y 14 son mujeres. De estos, 47 se registraron durante el mandato anterior del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y 38 en el actual Gobierno Federal.
POR ELLO, es menester que el Presidente Andrés Manuel López Obrador respete a los medios de comunicación como lo hizo el Presidente Benito Juárez García -a quien tanto dice admirar- con el político, periodista e historiador, Francisco Zarco, defensor de la libertad de expresión y de la causa republicana, quien dio un discurso en el Congreso Extraordinario Constituyente de 1856-1857 donde asentó sin tapujos: “en México jamás ha habido libertad de imprenta; los gobiernos conservadores y los que se han llamado liberales, todos han tenido miedo a las ideas, todos han sofocado la discusión, todos han perseguido y martirizado el pensamiento. Yo, al menos, señores, he tenido que sufrir como escritor público ultrajes y tropelías de todos los regímenes y de todos los partidos”, y a pesar de ese discurso que de alguna manera vilipendiaba al benemérito de las Américas, este lo hizo su amigo entrañable. OPINA carjesus30@hotmail.com