Es un hecho que para el presidente López Obrador, es más importante la sumisión que la experiencia y eficacia en los puestos de su gabinete. Al menos así ha quedado demostrado en la SEP desde que llegó Delfina Gómez a esta importante secretaría. Ahora, con la llegada de Leticia Ramírez, se confirma que el tabasqueño prefiere lealtad, pero sobre, todo sumisión absoluta. No por algo, esta mañana en una entrevista con Ciro Gómez Leyva, la maestra Elba Esther Gordillo, declarara:
«Conozco bien a Leti, en el movimiento magisterial, puedo hablar de su trayectoria sindical. Ella era una aguerrida combatiente, muy complicada de la Coordinadora en ese momento. Históricamente se ha mostrado como combativa, de lucha, y que hoy la veo sumisa, callada, ante temas tan importantes como el de la educación».
En ese tenor, la periodista Pamela Cerdeira señala algo similar: «A este gobierno, bueno, tampoco a los anteriores, les ha interesado la educación, pero a este menos. Que como bien ha dicho el presidente, él quiere gente agradecida y que no diga más; quien pregunte, quien opine, quien se atreva a pensar diferente, es incómodo para quien se encuentra en el poder». Pues ni hablar, lo realmente preocupante es que no habrá al frente de la SEP, alguien con la estatura suficiente, para sortear la crisis educativa que vive el país.
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