De verdad que, es cierto el dicho aquel que dice: «Es de bien nacido ser agradecido», sin embargo, el dueño del a productora de Argos raya en la abyección y queda ante a la sociedad mexicana como un verdadero lamesuelas.
Y cómo no va a defender a la mano que le da de comer, si la productora de televisión de Epigmenio Ibarra recibió 150 millones, a través de un fideicomiso, esto a pesar de que López Obrador había señalado que no habría rescate a empresarios. Desde luego que, para recibir esos créditos, hay que ser muy amigo del presidente, como lo es el defensor a ultranza de Epigmenio Ibarra.