Increpado sobre los restos humanos abandonados en una colonia de Orizaba, el gobernador de Veracruz suplicó: «Yo les pido que no mientan. La situación no es grave y las estadísticas dicen lo contrario». Lo que pide el gobernador es correcto, los periodistas no deben mentir, su compromiso con la sociedad los obliga a decir la verdad.
Sin embargo, cuando el gobernador pide a los periodistas, «no mientan», en realidad lo que está pidiendo es que vean las cosas como él las ve, que repliquen su realidad, que hagan caso de sus datos. Cuitláhuac García es un mentiroso empedernido, y lo que pide es que los periodistas repliquen sus mentiras. Sus “perros”, esos comunicadores que hasta los luce en TVMÁS, esos sí se prestan para repetir sus mentiras, pero los periodistas honestos, ellos siempre dirán la verdad.