Nadie puede meter las manos al fuego por Delfina Gómez, sobre todo, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la multó con cuatro millones, 529 mil pesos por retener el 10 por ciento del salario de 550 trabajadores del Cabildo y del DIF municipal durante 30 meses. Sin embargo, a pesar de esa evidencia, el presidente López Obrador, insiste en que la exalcaldesa de Texcoco es honrada y honesta, vaya, casi un pan de Dios. Lo que muy poco saben es que fueron expedidos cheques por más de 13 millones de pesos bajo el concepto de “Apoyo al Grupo de Acción Política”, organización a la que pertenece la propia alcaldesa, así como los expresidentes municipales Higinio Martínez y Horacio Duarte, entonces secretario del ayuntamiento, la cual se incorporó a Morena desde su fundación.
Desde luego que Delfina Gómez no pudo hacer esta chamba sucia sola, para eso, se valió de María Victoria Anaya, coordinadora de giras de su campaña a gobernadora, con la ayuda de esta colaboradora, giraron un total de 79 cheques que sumaban 11 millones 741 mil pesos. Lo curioso del caso es que, como fueron cobrados en efectivo, no pudo rastrearse su destino y, por lo mismo, tampoco acreditarse que hayan sido usados en dicho proceso electoral y así quedó consignado en la sentencia.
De ahí se agarran algunos voceros del régimen para desinformar, asegurando que la todavía secretaria de Educación fue exonerada, lo que es falso. Ese es el modus operandi que usará Delfina Gómez en el Estado de México si llega a gobernar a los mexiquenses. Luego no digan que no les advertimos.
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