Dice el presidente, como si nos estuviera reprochando sus malas decisiones, que su obligación es gobernar el país, como si lo estuviera haciendo bien. Por ello, y para brindar más seguridad a los ciudadanos, ha decidido militarizar a la Guardia Nacional, postura contraria a la que siempre mantuvo cuando fue candidato de oposición. Pero no sólo eso. López Obrador pretende con un decreto, pasar por encima de la Constitución; es que su obligación es gobernar, mal o bien, pero gobernar. En redes sociales le están recordando a López Obrador y a otros dirigentes de Morena, aquellos tiempos no lejanos en que repudiaban la militarización del país.
Mario Delgado, Manuel Bartlett, Citlalli Hernández y el mismo López Obrador decían que «no es con el Ejército como se pueden resolver los problemas de inseguridad y violencia del país, además de que no se debe de utilizar para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles». Citlalli Hernández, secretaria general de Morena decía que la militarización era el principio del fascismo en México.
Mario Delgado leía de la misma Constitución: «Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil». Manuel Bartlett discursaba en tribuna: «Esa necedad de meter al Ejército a donde no debe de estar y poner en riesgo al país… seriamente analicen, porque sí se va a militarizar al país». Hoy estos tres, junto con el presidente, aplauden la medida de que la Guardia Nacional dependa completamente del Ejército. Si eso no es incongruencia; si eso no es traicionar sus ideales, ¿entonces qué lo es?
“No es con el ejército, como se pueden resolver los problemas de inseguridad y de violencia, que no se utilice para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles” – @lopezobrador_
Las vueltas que da la vida… pic.twitter.com/dWEvtjFxVw
— Alejandra Aguayo (@alejandraguayoa) August 9, 2022
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