Tengo Miedo

Supuesto agresor de Viridiana Bretón Feito FOTO: WEB
- en Opinión

Brenda Caballero / Viridiana cenaba con sus hijas en su domicilio antes de ir a dormir. Era abril de 2020, cuando Jesús, su ex pareja desde hace dos meses, llegó a su domicilio y entre insultos y reclamos le pidió ver su teléfono. “¿Con quién te escribes?” Le dijo, mientras se dirigía a la recámara para revisar el celular que se encontraba allá.

Viridiana Bretón Feito sintió que algo no estaba bien, pues nunca lo había visto así. “No tenía aliento alcohólico pero sí una mirada rara. Les dije a mis hijas que nos fuéramos y salimos de la casa. Él se subió a su camioneta y se nos emparejó, mientras me decía: Quiero hablar contigo”.

“Les dije a mis hijas que se adelantaran para avisarle al guardia del fraccionamiento. Él se bajó y después de más insultos y reclamos empezó a golpearme. Mis hijas de entonces 14 y 18 años, al ver lo sucedido, regresaron para apoyarme, mientras él se subió a su camioneta, la cual hasta trató de aventarme. Los vecinos salieron a auxiliarme. Mientras él huía, yo perdí el conocimiento”.

“Uno de mis vecinos que es médico traumatólogo, me revisó; me dijo que iba a necesitar unas placas y varios estudios ya que me dolía demasiado y se me veía sumida toda el área del pómulo, muy muy cerca del ojo, de la misma manera que la parte baja de las costillas”.

–¿Era violento durante su relación? –Le pregunto.

–No. Alguna vez me empujó. Nos conocíamos desde niños, era primo de mis mejores amigos de la secundaria.

Después del suceso, Viridiana trató de comunicarse con la familia de Jesús por videollamada; sin embargo, no recibió apoyo.

Al otro día, Jesús le llamó y le dijo que estaba arrepentido de todo lo que había pasado. Le pidió perdón y también que se casara con él.

En 2020, ella era alcaldesa de Ixhuatlán del Café. “Lo primero que me dijeron es que no denunciara, por el asunto mediático, pero ¿cómo no denunciar, cuando has enfrentado a Javier Duarte? Me comuniqué con una diputada, la cual me apoyó en todo momento al igual que la Fiscal, y presenté mi denuncia”.

Sin embargo, la orden de aprehensión tardó como 15 días en ser ejecutada y Jesús andaba cerca de su casa, como si nada hubiera pasado además de que los mensajes de amenazas llegaban a su celular: ”¿Qué tal la golpiza?, ¿Lo publicamos nosotros o tú?”

Fue hasta el 19 de junio de 2020 cuando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México detuvo en Iztapalapa a Jesús por intento de feminicidio en contra de Viridiana. Fue trasladado a Córdoba y de allí al penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes y posteriormente al penal de Poza Rica, donde permaneció hasta el pasado viernes, pues  ante un amparo, el juez le concedió libertad condicional a Jesús y deberá seguir su proceso en libertad. Sí…  llevará su proceso en libertad a pesar de golpear brutalmente a Viridiana, a quien le rompió dos costillas y literalmente la cara. El argumento: medidas cautelares mal aplicadas, porque dice que no trataba de huir. Entonces ¿Cómo se debe entender que estaba en la ciudad de México y hasta con un boleto listo para Italia?

Ah, pero el estudio psicológico en el que se basó el juez, muestra a Jesús como una persona tranquila, no peligrosa. ¿Y la golpiza brutal?

La liberación de Jesús sucede a tres días de dictarle sentencia, pues este lunes a la una de la tarde, tiene audiencia para continuar con el proceso.

Viridiana tiene muy presentes las palabras del juez en la sala de juicios orales cuando le dice que si está de acuerdo con la libertad condicional: ”Yo no estoy de acuerdo”. Y claro… ¿Cómo puedes estar de acuerdo con que liberen al hombre que intentó matarte? Por ello coincido con Viridiana de responsabilizar al juez de lo que a ella le suceda posteriormente. ¿Cuántos hombres dejan en libertad y después se convierten en potenciales feminicidas? Allí tenemos el caso de Greek.

Viridiana me comenta que después de su denuncia, varias mujeres se acercaron a ella para expresar haber sufrido violencia de parte de Jesús, sin embargo, no denunciaron.

¿Tienes miedo? Le pregunto. “Sí, tengo miedo, por lo que pueda pasarme a mí y a mi familia y porque buscará vengarse de alguna forma”…

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