Una vez que las fotos se hicieran públicas, José Ramón López Beltrán compartió las fotos con la siguiente leyenda: «Estuvimos en Acapulco. Fuimos a ver el atardecer en ese hotel con vista espectacular. Nos tomaron fotos una familia que al parecer no les gustó que estuviéramos ahí. Ojalá el clasismo y el racismo se acabé en México».
No señor López Beltrán, no es racismo ni clasismo, las críticas son por la incongruencia de su padre, de la cual quizá usted no es culpable. Sin embargo, revisando sus redes sociales, al parecer usted promueve todas las políticas de su padre el presidente; claro, las promueve de dicho, pero no de hecho. Eso se llama incongruencia.