Transportistas, taxistas y ciudadanos están hartos de que la Secretaría de Seguridad Pública haya hecho de la extorsión un negocio bastante redituable. Tan sólo el negocio de las grúas tiene irritados a muchos xalapeños que se sienten violentados por una empresa particular a la que le dieron la concesión de robar en despoblado. El trabajo que debería hacer Tránsito del Estado lo realizan empresas que le cobran al ciudadano hasta mil quinientos pesos por sacar su auto del corralón; la multa, por cierto, es mínima, el cobro es por el arrastre del auto y el uso de corralón. Y los oficiales de Tránsito no hacen ese trabajo porque están muy ocupados en detener por cualquier motivo a los transportistas, taxistas y conductores de autos particulares.
El negocio de la extorsión en Tránsito no es de uno o dos oficiales que se quieran pasar de deshonestos. La experiencia nos muestra que el negocio es de más arriba, ni siquiera es cosa del director de Tránsito, es de más arriba, de la misma Secretaría de Seguridad Pública. Desde ahí, señalan los afectados, sale la orden para que se extorsione a transportistas y ciudadanos. Ante esa situación que se vive ya de manera cotidiana, los taxistas y transportistas se manifestaron la mañana de este jueves 4 de agosto en la carretera Xalapa-Banderilla a la altura de la colonia 21 de marzo.
Todos ellos denuncian hartazgo y exigen al gobernador Cuitláhuac García, en caso de que él no esté coludido en este negocio, que cesen los cobros, moches, sobornos y actos de corrupción por parte de la SSP y de Tránsito del Estado. Por supuesto, el caos que se genera por esta manifestación lo pagamos los ciudadanos.
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