En los pasillos del Congreso de Veracruz se sabe que la diputada panista Nora Lagunes tiene derecho de picaporte en las oficinas del presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín; es más, el mismo Cazarín presume a quienes tiene metidos en la bolsa. Otros señalan que el pleito de Nora Lagunes con Joana Marlén tiene que ver con el mismo personaje. Por ello a muchos no extrañó que Nora Lagunes, para quedar bien con su protector del Congreso, votara a favor de la “Ley Nahle”. Ah, pero ella se viste de demócrata y esgrime argumentos que, seguramente, le dictaron desde la misma oficina de Cazarín.
«Mi voto fue en conciencia, invocando en todo momento que en el PAN aprendí que no podemos tomar una posición que discrimine a ciudadanas o ciudadanos que quieran participar en la postulación de cualquier cargo popular. De lo contrario, algunas entidades como Querétaro, no podrían tener un excelente gobernador panista como mi compañero panista Mauricio Kuri, solo por nombrar un caso de entre muchos más», señala Nora Lagunes en un comunicado que envía la misma corresponsalía que difunde las actividades de Cazarín, Bola 8 y Cuitláhuac García; qué casualidad.
Por supuesto, esos argumentos ni siquiera ella los cree, vaya, ni siquiera ella los entiende. «Seguiré trabajando y dándole voz a los panistas», dice, cuando su voto es a favor de los morenistas.
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