Una exempleada relató lo que ocurre en otro restaurante Sonora Grill: «Yo trabajaba como hostess, que es la persona que te lleva a tu mesa. Y desde el día uno me explicaron que las mesas del balcón estaban reservadas para las personas con la mejor presentación’, porque son las mesas que se ven desde la calle”. La joven relata que pensó que estaba cumpliendo con esa orden, y que en alguna ocasión a una pareja bien presentable le había dado mesa en el balcón».
Sin embargo, le llamaron la atención, porque no sólo era la vestimenta, sino sobre todo el color de piel: «¿Y cuál es la diferencia entre la pareja que yo senté en el balcón y la pareja que el gerente me dijo que sí cumplía los estándares?, pues que quienes yo senté eran morenos, y quien me dijo el gerente que sí cumplía los estándares, que de hecho venían más informales, eran blancos». Se espera que las autoridades de la Ciudad de México sancionen este tipo de prácticas discriminadoras, pero también se espera que las personas le piensen mejor para ir a este tipo de negocios que promueve esas prácticas.