Señalan académicos y juristas de la talla del Dr. Francisco Berlín que la aprobada “Ley Nahle” era innecesaria. Bastaba con que la zacatecana comprobara una residencia de 5 años antes de las elecciones. Pero había que montar un circo para que se viera que en el Congreso mandan los caprichos del estulto gobernador Cuitláhuac García. Finalmente, la “Ley Nahle” que presuntamente permitiría a los no nacidos en el estado de Veracruz, ser elegibles para gobernar este estado se aprobó.
El comunicado del Congreso de Veracruz señala: «El Pleno de la LXVI Legislatura aprobó, con 38 votos a favor, 11 en contra y cero abstenciones, establecer en la Constitución Política local que son veracruzanos las y los mexicanos nacidos fuera del territorio estatal que tengan hijos veracruzanos o una residencia efectiva de cinco años en la entidad». Dos priistas, Arianna Ángeles y Marlon Ramírez entregaron su voto a favor de la “Ley Nahle”, no extraña de esta clase de políticos rastreros.
Tampoco extraña que los dos diputados del PAN, Nora Jessica Lagunes y Othón Hernández Candanedo, incondicionales de Joaquín Guzmán, el “Chapito” que se quiso quedar con la dirigencia estatal del PAN con ayuda de Morena y del Bola 8, votaran a favor de la “Ley Nahle”. Por supuesto, desde esta columna siempre acusamos que Joaquín Guzmán quería la dirigencia del PAN para ponerla a las órdenes de Morena. No pudo entregar a todos, pero a dos de sus incondicionales ya los puso a la orden de lo que le pidan.
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