Todo se prestó para pasar una tarde memorable, el clima, el lugar, la poesía y la música; pero también los amigos que, a pesar del tiempo, siguen teniéndonos presente. La tarde de este jueves 28 de julio la Casa de Doña Falla volvió a adquirir vida. La poeta Esther Mandujano presentó su poemario Frontera, el viejo puerto, una compilación poética donde da rienda suelta a sus obsesiones por el mar, por su infancia, por su familia.
Un recital poético que rinde un homenaje a su madre, esa «luz que camina en el recuerdo y pasea su esplendor entre los patios nutridos de niñez y sonrisa». Vale mencionar que el patio de Casa Doña Falla, donde se presentó el poemario, estuvo completamente llenó, contando con la presencia de los talleristas de la Quinta de las Rosas, donde tiene un lugar especial, una casa más de las tantas en donde su poesía busca refugio.