Un ejemplo muy simple: Trate de anotar la dirección web de Libertad bajo Palabra en la red social de Facebook, verá que no puede; tate de compartir en Facebook alguna nota de Libertad bajo Palabra, verá que no puede. Eso es obra de los esbirros del gobierno del estado de Veracruz. Pero ni lagrimeamos ni le reprochamos nada. Esta adversidad nos ha hecho más fuertes en otras redes sociales, incluso en los buscadores de Google; los pedidos de las agencias de publicidad, incluso del extranjero, no han disminuido. Nuestro afán de informar no ha disminuido, nuestra temeridad y entereza siguen firmes.
Seguimos informando, seguimos denunciando, seguimos acusando con pruebas la corrupción y las mentiras de un gobierno que prometió cambios, pero que sólo ha generado decepción, burla y dolor. Seguimos esgrimiendo la palabra como una espada, y aunque nos han ofrecido la comodidad de los abyectos a cambio de la servidumbre de los lacayos, nos hemos negado porque nuestro compromiso es con nuestros lectores, no con el gobierno. Siete años de Libertad bajo Palabra, les advertimos, es apenas el inicio y no vamos a claudicar. Gracias a nuestros lectores, a nuestros colaboradores, al personal que se la ha rifado con nosotros. Gracias a Dios por permitirnos ejercer el oficio del periodismo con dignidad, algo que nos deja satisfechos.