Envuelto en el lábaro patrio el presidente de México insiste en que no se ha violado ninguna ley del Tratado de Libre Comercio, y como si la controversia energética se tratara de un asunto de intervencionismo extranjero, el presidente declara: «Son unos traidores a la patria, pero saben que, nosotros nos vamos a dar ni un paso atrás, México es un país independiente, no es colonia de nadie y el presidente de México no es títere, ni pelele de ningún gobierno exterior». Pero no es tan simple como eso. México firmó un pacto económico y lo tiene que respetar, si no lo respeta habrá sanciones.
Expertos y analistas que trabajaron el Tratado de Libre Comercio firmado en 2018 por México, Estados Unidos y Canadá aseguran que México sí está violando las reglas del T-MEC. Entrevistada por El Universal la abogada en jefe de las negociaciones del T-MEC, Samantha Atayde Arellano declaró que el gobierno de López Obrador aceptó la Reforma Energética de Peña Nieto, pero que ahora está adoptando disposiciones restrictivas para ignorar la reforma de 2013.
Otro de los negociadores del T-MEC vislumbra que las disputas no se van a solucionar en la etapa de consultas, por lo que tarde o temprano tendrán que llegar a un panel, «de llegar a un panel, Estados Unidos y Canadá deben definir el monto de sus afectaciones y el panel fallará el monto para cada quien». No, los mexicanos no quieren que a México le vaya mal, los mexicanos no quieren que a México le cobren por violar el T-MEC, pero al parecer a López Obrador eso no le importa. ¿Quién es el traidor entonces?
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