La retórica nacionalista que el presidente López Obrador ha implementado, llamando traidores a la patria a todos aquellos que señalan las violaciones al T-MEC, sólo muestra que el gobernante mexicano busca vender gato por liebre, sobre todo que ha propuesto dar a conocer su respuesta el día de la independencia de México. No se necesita ser un experto analista para saber que ese día el presidente dará un discurso donde se resalte su férrea defensa de la soberanía y de los recursos del país.
Tratará de vender la idea a sus miles de seguidores de que él es el elegido para defender a México de los enemigos imperialistas y de los traidores a la patria que, por cierto, dice que son muchos. Desde luego que, en el contexto legal, el presidente López Obrador sabe que México deberá cumplir con todo lo que firmó con Estados Unido y Canadá, sus socios comerciales del T-MEC.
Por cierto, el Ejecutivo federal ha declarado que en los meses de octubre y noviembre la inflación comenzará a bajar, su apuesta es que, para ese tiempo, el conflicto entre Ucrania y Rusia ya se habrá dirimido. Lo cierto es que hay mucho escepticismo e incertidumbre entre miles de mexicanos que resienten en su bolsillo cada vez que compran los productos básicos.
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