Vale señalar que Jacobo Quesada tenía una colección de autos valuada en 20 millones de pesos, los cuales desaparecieron junto con Berenice. Desde ese día la llamada “Viuda Negra” vivía escondida; o medio escondida. Una vez que se diera a conocer la noticia en redes sociales, algunas personas reconocieron a la “Viuda Negra” en estados como Querétaro, Hidalgo, Puebla, Guerrero e, incluso, en Las Vegas.
Fue precisamente un seguidor de la cuenta de Twitter del reportero Carlos Jiménez quien reconoció a Berenice Alanís en Acapulco. Le tomó fotos, videos, la denunció y la atraparon. Por cierto, muy ufana la “Viuda Negra” había promovido con sus abogados un juicio con el que pretendía que la nombraran heredera universal de la fortuna de Jacobo Quesada.