Armando Ortiz / Un servidor, director del portal Libertad bajo Palabra, siempre ha firmado todos sus artículos; nunca he publicado artículos de manera anónima. Antes bien, he sido atacado de manera anónima por diversos actores políticos que poco, o ningún daño, han causado a mi reputación. El anonimato me parece un acto cobarde, vil, digno de escorias cretinas que, incapaces de mirarte de frente, quieren derribarte para que los veas a su altura, el suelo. Hace unos días publiqué en LBP dos notas editoriales sobre lo que está ocurriendo en el Colegio de Veracruz, donde su rector, el insulso Mario Raúl Mijares, ese que me andaba persiguiendo por el estacionamiento de RTV con su librito para conseguirle una entrevista con Jorge Saldaña, está repartiendo maestrías como si de empanadas de picadillo se tratara. Irrita que una institución académica que buscó y alcanzó mucho prestigio se esté convirtiendo en un tianguis académico como lo fue la Universidad de San Luis, donde por 20 mil pesos te daban tu licenciatura y una foto con toga y birrete. De ahí salió Arturo Bermúdez, Alejandro Montano y el Pipo Vázquez Cuevas. Molesto por la crítica que hiciera sobre las maestrías “patito” que reparte Mario Mijares a los funcionarios de la 4T, el señor se dio valor y escribió: “Es así como parafraseando a Mario trato de utilizar toda esta basura mediática que los pseudoperiodistas contemporáneos propagan de manera anónima -contaminando a la comunidad xalapeña con escritos enfermizos- para demostrar cómo envenenan a las nuevas generaciones”. ¿De manera anónima? Pero sí mi nombre siempre apareció al calce de las notas: “Armando Ortiz”. Luego el señor de manera ridícula se rasga las vestiduras y como el justo Job se sienta en un montón de cenizas a rascarse los furúnculos que le causaron las verdades anotadas por un servidor: “A este tipo subyugados del odio, la envidia y el egoísmo solo les interesa la descalificación. Dado que Xalapa es tan pequeña, me reservo decir sus nombres, puesto que todos sabemos quiénes son”. A ver, a ver, no que anónimos, ¿cómo es que sabe sus nombres? ¿Cómo es que anota: “todos sabemos quiénes son”? Entonces ni tan anónimos.
AMLO dice que la DEA nada tuvo que ver con la detención de Caro Quintero. Kamala Harris ofreció la ubicación a López Obrador, señalan fuentes del gobierno
López Obrador declaró ya que la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos nada tuvo que ver con la ubicación y detención de Rafael Caro Quintero, el “Narco de Narcos”. Versión poco creíble respaldada por Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México. Sin embargo, la administradora de la DEA, Anne Milgram, fue muy puntual, sin la ayuda de la DEA México seguiría sin buscar al capo. Por cierto, Caro Quintero estaba en los territorios que hace una semana visitó el presidente de México, donde un retén armado detuvo a los periodistas. Héctor de Mauleón, columnista de El Universal, señala que, de acuerdo con fuentes del mismo gobierno, fue Kamala Harris, secretaria de Estado del gabinete de Joe Biden, quien le dio al gobierno de México la ubicación del lugar donde se encontraba escondido Caro Quintero. Relata el periodista: “Después de una tensa reunión, en la que se puso sobre la mesa la preocupación de Estados Unidos ante la actitud que el gobierno de AMLO ha adoptado con respecto a la persecución de narcotraficantes que han introducido cantidades importantes de droga a Estados unidos, Harris ofreció entregar a la Marina la información que un equipo de la DEA —al que la titular de esa agencia, Anne Milgram, tiene operando en San Diego, California— había logrado recabar desde hacía tres meses”. La condición que puso el gobierno americano fue que la información se la darían a la Marina, pues al Ejército Mexicano no le tenían confianza. A López Obrador no le quedaba de otra. Si no aceptaba la información se vería como el presidente que es, protector de narcos; si aceptaba la información y Caro Quintero huía, quedaría claro quién filtró la información. Quizá por eso el presidente de México se veía tan incómodo que no se pudo ni sentar bien en la reunión posterior que tuvo con Biden.
Gobierno de Claudia Sheinbaum no deja que Florencia Serranía sea investigada; no quieren que suelte la sopa e implique a la candidata de AMLO
Algo turbio, muy turbio está ocurriendo en el entorno de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Y es que una vez más la Fiscalía de la CDMX no quiso citar a declarar a Florencia Serranía, exdirectora del Metro en el caso del colapso de la Línea 12. Señala la fiscalía capitalina que en todo caso se le estarían violando sus derechos humanos. Argumenta la fiscalía que Florencia Serranía, a pesar de haber sido la directora del Metro el día que se derrumbó la trabe de la Línea 12, no está implicada en el caso. Así como lo lee. Gabriel Regino, abogado de las víctimas de la tragedia de la Línea 12 nos da una luz de las razones que tiene el gobierno de la CDMX para no citar a la exdirectora del Metro: “De investigarse la VERDADERA causa de la tragedia de la #Linea12 implicaría a #FlorenciaSerrania y el caso escalaría a la actual Jefa de Gobierno y afectaría sus aspiraciones presidenciales”. Vale señalar que uno de los puntos de las conclusiones de DNV, la empresa noruega que dictaminó las razones del colapso del tramo de la Línea 12, fue la falta de mantenimiento. ¿Quién era la encargada de que ese mantenimiento se llevara a cabo? Pues Florencia Serranía, a quien ya se le había avisado de las condiciones en que se encontraban algunos tramos de esa línea. Señala Gabriel Regino: “Los análisis periciales de DNV, la Fiscalía y el nuestro, hallaron como detonantes de la tragedia la sobrecarga a que se expuso la parte elevada con los trabajos de 2015, el sismo del 19 de septiembre de 2017 y la falta de mantenimiento e inspecciones”. Por eso, porque no quieren que suelte toda la sopa, es que no dejan que Florencia Serranía sea investigada.
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