Seis helicópteros de Semar desplomados con AMLO

Helicóptero derribado de la Marina en Los Mochis FOTO: WEB
*Caídas aéreas por falta de mantenimiento o impericia
*Caro Quintero, capo en desuso concedido a Joe Biden

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / SE DESCONOCE si es debido a la austeridad republicana que impide el mantenimiento a fondo de las aeronaves oficiales, si es por indolencia de la Secretaría de Marina, falta de adiestramiento o pericia de los pilotes asignados a las libélulas, pero lo cierto es que en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se han desplomado seis helicópteros de la SeMar, siendo el último accidente, el ocurrido el viernes luego de la captura del capo mexicano, Rafael Caro Quintero el más doloroso para el País, ya que se perdieron 14 vidas que, seguramente, dejan en la orfandad al mismo número de familias, desde hijos, esposa y padres en muchos casos. El dato lo confirma la Secretaría de Marina: seis helicópteros se han desplomado por diferentes causas en el actual Gobierno, y el incidente más grave es el que ocurrió el viernes 15 de julio, en Los Mochis, Sinaloa. Los casos han sucedido en fechas distintas: Agosto de 2021 se vino abajo un helicóptero MI-17 en el que viajaba el Secretario de Gobierno de Veracruz, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, el cual se desplomó en el Estado de Hidalgo, y aunque los seis pasajeros resultaron lesionados, el susto fue fenomenal (y ni así cambió la conducta de los involucrados acostumbrados al autoritarismo y la represión). Antes, en Octubre de 2020, un helicóptero se accidentó en el aeropuerto de Villahermosa, Tabasco con tres elementos de la Semar a bordo que resultaron severamente lesionados. En Marzo de 2020 otro helicóptero Black Hawk cayó en un operativo en Veracruz con saldo de un muerto y nueve personas heridas en el municipio de Tehuipango, y en Mayo de 2019 un helicóptero de la Secretaría de Marina se desplomó en la zona de Valle Verde, entre los límites del estado de San Luis Potosí y Querétaro, cuando combatía un incendio forestal sin personas que lamentar, solo heridos.

SEGÚN LOS expertos en aviación, una de las principales causas de los siniestros en helicópteros se deben a la meteorología o condiciones naturales sobre las que se realizan los vuelos: por ejemplo, en los traslados de alta montaña, cuyas arriesgadas maniobras tienen que sortear ramas de árboles o peñascos de roca, contando además con la dificultad de volar a tanta altura y a los fuertes vientos que soplan en las cumbres. Pero también son muy comunes los fallos del motor a raíz de un mal mantenimiento del vehículo. Un informe del Ministerio de Fomento concluía que uno de cada cuatro accidentes se debe a un error mecánico. Otra causa es el factor humano, esto es, que el piloto no tenía las suficientes horas de vuelo como para efectuar la maniobra de despegar o descender.

Y AUNQUE inicialmente se especuló que la aeronave pudo haber sido bajada con un bazucaso u otra arma letal tras el operativo que resultó en la detención de Rafael Caro Quintero, el pasado viernes, no existen indicios de ello, y de plano, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, sin esperar el peritaje de aviación y muy al estilo de su jefe, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se adelantó, incluso, a la Secretaria de Marina e informó que hasta el momento el reporte que tiene es que la caída del helicóptero en que lamentablemente perdieron la vida 14 marinos “fue un accidente”. Alguien le hizo ver su acelerada postura y acaso por ello dejó abierta una ventana: sin embargo, se va a investigar y a llevar a cabo los peritajes necesarios sobre ese percance en que fallecieron “14 héroes, porque esos los marinos, héroes” (las mismas palabras de AMLO, lo que demuestra ausencia de cacumen de sus funcionarios), que cumplían con su deber. El helicóptero de la Marina había realizado reconocimientos en la zona conocida como el Triángulo Dorado para ubicar a Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, tras obtener información de inteligencia sobre su geolocalización. En la misma zona hubo otros desplomes de helicópteros de la Marina, ya que antes de lo ocurrido en Los Mochis, Sinaloa, hace tres meses se registró otro incidente en la misma Entidad, cuando un helicóptero cayó en la zona de hangares del aeropuerto de Mazatlán. El helicóptero de la Marina procedía de Sonora y había apoyado en la extinción de un incendio forestal, de ese desplome se reportó un saldo de 5 personas heridas.

LO QUE llama la atención es que a pocos días de la entrevista entre Joe Biden y el mexicano Andrés Manuel López Obrador en Washington, México se esmere en capturar a otro capo, cuando no es, precisamente, la política o tendencia de AMLO, y peor aún, que lo coloque en la rampa de la extradición. Y si bien Rafael Caro Quintero dejó de ser el narcotraficante que fue, el llamado Capo de Campos que inauguró toda una época de violencia en México, y que ahora sea un anciano de 70 años, lo cierto es que Estados Unidos lo quiere en una de sus prisiones de alta seguridad, al atribuirle, en 1985, el asesinado del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar que en 1981 se infiltró dentro del cartel de Guadalajara como agricultor, en parte gracias a su herencia latina y destacándose en el grupo criminal por facilitar la seguridad de la misma en los estados del Pacífico mexicano, ayudando a romper varios grupos delictivos con éxito, y arreglándoselas para mantener su rostro fuera de los periódicos y otros medios de comunicación.

EN 1984, 450 soldados mexicanos apoyados por helicópteros destruyeron una plantación de marihuana de 1000 hectáreas conocida como Rancho Búfalo, propiedad de Rafael Caro Quintero donde trabajaban más de 3 mil personas en el cultivo de marihuana, en lo que fue la segunda operación antidrogas más grande hecha por la DEA. Según la versión oficial, los capos se indignaron por el operativo en su contra y fue entonces cuando Rafael Caro Quintero ordenó el secuestro de Enrique Camarena. El plagio tuvo lugar el 8 de Febrero de 1985, siendo realizado a plena luz del día por agentes de policía corruptos adscritos a la Dirección Federal de Seguridad gracias a la información facilitada por alguien de la propia DEA. Camarena fue interrogado por los narcos y el agente de la CIA Félix Rodríguez, y torturado durante las 36 horas de interrogatorio. Le rompieron huesos, los dientes, le quemaron y lo violaron analmente con un palo. En un momento de los interrogatorios, que fueron grabados en cinta de audio, se llamó a un médico para que reanimara a Camarena cuando este se desmayaba, y poder seguir con las torturas y las preguntas. Cuando finalmente entró en coma se le dio muerte golpeándole con una barra de acero en la cabeza, y su cuerpo fue encontrado el 5 de marzo en una zona rural de La Angostura, un pueblecito en el estado de Michoacán. Y ese es un crimen que Estados Unidos no perdona, a diferencia de México donde secuestran, torturan y matan a elementos policiacos y no pasa nada, porque los delincuentes tambien son humanos, según la visión de AMLO.

EN FIN, Caro Quintero estará en un año o menos en territorio Estadounidense pagando culpas, y en México la violencia seguirá igual o peor porque su captura no ayuda en nada a remediar la grave crisis de inseguridad que padecemos. Al tiempo. OPINA [email protected]

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