Lo sentimos por la cantidad de alumnos que han cursado un posgrado en el Colegio de Veracruz; lo sentimos por aquellos que hicieron muchos sacrificios para conseguir el grado de maestro o doctor en el COLVER; lo sentimos por quienes se ganaron su maestría o doctorado a pulso. Y es que el rector Mario Raúl Mijares, gato de Atanasio García Durán se puso a repartir maestrías en el COLVER como si fueran placas de taxi; se puso a repartir maestrías como empanadas en una kermés. Pero lo que más llama la atención es la desvergüenza de aquellos supuestos alumnos que aceptan esas maestrías “patito” y se toman la foto muy emocionados, felices, como si ante la comunidad académica de Veracruz tuvieran méritos para recibir el grado que les otorgaron.
¿A qué les sabe una maestría de ese tipo? ¿Para qué la quieren? ¿Para presumir que tienen un grado académico? ¿Creen que con eso abaten su mediocridad, su cretinismo? Ya lo decíamos en un artículo anterior, un “burro cargado de libros sigue siendo un burro”; un cretino cargado de títulos sigue siendo un cretino. En la segunda generación de la maestría cursada en el COLVER se ve a Dorheny García Cayetano, insulsa secretaria del Trabajo, quien también le consiguió maestría a su gato y operador Eder Lara.
En la foto se ve además a Rafael Castillo Zugasti (fidelista), actual director del invedem, quien ha sido demandado por golpear y abandonar a sus ex esposas y novias. Otro al que le consiguieron maestría es a Luis Alberto Casas, uno de los dedos chiquitos de Cuitláhuac García. No se pudieron esperar otro año, todos quisieron salir en el mismo año, les urgía el grado, como si una maestría fuera su vacuna para el virus de la estulticia. ¡Engañados!
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