Francisco de Luna / Naolinco, Ver. Eran las 11:40 de la noche de este miércoles 13 de julio cuando las tres carrozas entraban a la comunidad de San Marcos Atexquilapan en Naolinco. Ahí venían los ataúdes con los cuerpos de los tres jóvenes migrantes que fueron víctimas en el llamado “tráiler de la muerte” en San Antonio Texas. Una gran multitud se congregó en la entrada principal para recibirlos con aplausos y música de banda sonora. La gente encendió las velas e hicieron oraciones en memoria de Jair, Giovanni y Misael, dos de 16 años y uno de 19 quienes tenían el sueño de construir sus casas con los dólares que ganarían en el extranjero.
La señora Yolanda Olivares, mamá de dos muchachos narró que eran jóvenes trabajadores y deportistas.
En la comunidad hay luto, hay llantos, hay dolor, pero también mucha unidad. San Marcos es una localidad que se ubica a casi 8 kilómetros de Naolinco. Aquí la familia de Jair, Giovanni y Misael se dedican a la elaboración de calzado artesanal. Pero decidieron que cambiarían sus condiciones económicas, ahorraron dinero, cargaron sus mochilas, se despidieron de sus seres queridos y partieron al norte del país con miras de llegar a Texas.
La señora Yolanda, recuerda que sus hijos eran deportistas y muy buenos goleadores.
A las 12:20 de la madrugada de este jueves 14 de julio, las carrozas llegaron a la calle 5 de mayo, atrás de la iglesia en San Marcos. Bajaron los ataúdes para ser ingresados al pequeño cuarto donde había flores y decenas de fotografías de los tres jóvenes. Había pelotas de futbol al pie de las cruces de madera.
La tragedia ocurrió el lunes 27 de junio, entre las 53 víctimas, seis eran veracruzanos. San Marcos se ubica entre montañas en la región capital de Veracruz, aquí varias generaciones de familias han migrado al interior del país, pero sobre todo a Estados Unidos.
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