Los carniceros de hoy, serán las reses de mañana, así reza un refrán que circula en los corrillos políticos como una marca fronteriza que exhibe la soberbia de quienes no entienden que el servicio público es para servir a la gente y no para servirse, que si se aplica mal la justicia, ésta tarde o temprano, les traerá consecuencias. El Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, debería de recordar que el filósofo Heráclito dice, que lo único eterno es el cambio.
De modo que el Ejecutivo estatal no siempre va a tener fuero constitucional ni siempre lo protegerá el Ejecutivo federal, es más, le podrían fincar responsabilidades por abusar del poder. El hecho de que, por una simple acusación suya, un juez local no quiera liberar de prisión a Pasiano Rueda Canseco, resulta una verdadera afrenta a los derechos humanos y un verdadero atentado contra la ley.
Esta situación podría acarrearle serios problemas al hijo del profe Atanasio, quien vive en un mundo de impunidad y que piensa que siempre estará mamando de la ubre del poder.
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