En su pleito legal para conseguir el divorcio, el abogado de Peña Nieto, Juan Collado, hoy preso en el Reclusorio Norte, anotaba en los alegatos: «Ella (Angélica Rivera) junto con sus hermanas, impedían que algún proveedor que no fuera parte de su red tuviera oportunidad de ofrecer sus servicios para dichos eventos, consiguiendo que licitaciones o invitaciones restringidas fueran asignadas a empresas afines. Este hecho por supuesto generaba las condiciones para poder tener acceso a contratos que en suma ascendieron a mil millones de pesos por medio de comisiones».
De acuerdo con los alegatos de Juan Collado, todo el dinero ganado por comisiones, «eran enviados a Estados Unidos por medio de diversos fideicomisos que manejaba su hermano Manuel Rivera y que los operadores principales de ello eran la señora Rosaura Henkel, la familia Álvarez Morphy y el señor Héctor Loustanau, persona de la mayor confianza y amistad de la señora Peña».