Las personas que se encontraban en el lugar de los hechos contaron que no lograron ver con claridad de dónde provinieron las balas. Después del ataque el exprimer ministro, comenzó a sangrar del pecho.
Inmediatamente en ese momento fue requerida una ambulancia, cuando los paramédicos llevaban en la ambulancia a Shinzo, iba muy mal de salud, relataron. Las heridas provocadas por las balas no paraban de sangrar. «Estaba sangrando profundamente y no hemos podido salvarle la vida», informó un doctor del hospital donde trasladaron al exprimer ministro. Respecto al acontecimiento, las autoridades comenzaron con las investigaciones para dar con los responsables.