López Obrador hace lo que mejor ha hecho en estos casi cuatro años de gobierno, echar la culpa a los demás: «Nos identificamos muy bien con el Papa Francisco, y también tenemos muy buenas relaciones con pastores, con ministros de otras iglesias, pero ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias, no, que nadie se confunda (…) Llevamos muy buena relación con todas las iglesias. Esto lo estoy viendo porque los estrategas del conservadurismo están pendientes y están viendo por dónde (crear polémica), porque no le salen las cosas».
Vaya con el presidente de México, cuando le sobran culpas, pues no le queda de otra que repartir; eso para no asumir su responsabilidad.